Maestro rural
Para ejercer un cargo como este se debe estar dispuesto a vivir en el campo y en contacto permanente con la comunidad local, es decir, ser un full life al servicio de los niños de hogares rurales y su familia. El doctor, más allá de no estar familiarizado con el ordeñe de vacas o con el ensille de los matungos, dispone de 28 horas libres por día que puede dedicar a la actividad y de paso estar de retén en la policlínica local.
Vacunador en la Policlínica de Parque del Plata
Los sábados por la mañana, de 6.55 a 7.15, el médico da rienda suelta a una pasión que adquirió en sus años de estudiante, cuando tomaba la presión y metía algún inyectable. “Me enamoré de las jeringas”, confesó en más de una entrevista. Se trata, cabe aclarar, de una tarea no remunerada, aunque su compromiso con la policlínica es full life: “A veces estoy de viaje en Soriano, donde tengo una consulta de podología, y al mismo tiempo estoy dudando si puse bien la fecha de la pentavalente en el carné de un bebé al que vacuné la semana pasada”.
Profesor en la Escuela Nacional de Danza
Este cargo fue producto de una confusión, ya que un funcionario de la Torre Ejecutiva pensó que la institución era un emprendimiento familiar de la familia Danza. El médico no se negó a ocupar el puesto porque, según dijo, tenía un ratito libre los martes después de la cena y antes del postre. Para encarar las clases se basó en su experiencia como encargado del salón de bowling Danza con Bolos.
Cuidacoches en el Pasteur
El resguardo de los automóviles del personal del Pasteur estaba a cargo del Braiatan, pero no está pudiendo concurrir por razones que no vienen al caso. Por eso el Dr Danza, tras consultar con el Dr Del Pedazo si se podía desarrollar la tarea de consultante grado 5 y la de cuidacoches, asumió en el turno de 3.00 a 3.30. Los automovilistas saben que Danza no siempre está en la calle esperándolos, pero no por eso se enojan, ya que son conscientes de que a los docentes de grado superior se los juzga por su gestión y no por su presencia.
Director de la diaria
Dirigir la diaria no es tarea fácil. Hay que estar al tanto de las últimas variantes del lenguaje inclusivo, saber cuándo usar la palabra “infancia” y cuándo “infancias” y muches asuntes más. Pero también hay que tener presente el cronograma de lanzamientos de bandas de rock indie alternativo pospunk, prepunk y semipunk. Y eso sin contar las inauguraciones de restaurantes en José Ignacio especializados en cocina de campo hecha con productos locales regenteados por chefs hipsters nacidos y criados en Pocitos. Pero Álvaro Danza aceptó el desafío. ¿El tiempo es un problema? Para nada. Gracias a las prestaciones de Windows, puede trabajar para el periódico mientras escribe en la computadora aquello que le van contando los pacientes. Mientras en una ventana deja asentado en la historia clínica “Colon irritable, afasia renal en remisión y rastros de hierro fundido en la sangre”, en la otra redacta un copete que dice: “Se confirmó que la interseccionalidad en los estudios de género disminuye a medida que aumenta el poder adquisitivo de les maestrandes”.