Director de los suplementos La república de Platón y Tiempo de crítica, conductor del programa televisivo Prohibido Pensar, luego devenido revista, Sandino Núñez reúne su producción periódicamente, desde 2005 (Lo sublime y lo obsceno), en forma de libro.

En varias conversaciones te describís como “escritor”. La mayoría de la gente diría “filósofo”. ¿Qué hay en esa brecha?

¿Qué hay entre escritor y filósofo? Un malentendido seguramente, como siempre. “Filósofo”, además de que suena, por lo menos, extraño, supone ciertas prácticas que se inscriben institucionalmente, de las cuales, como buen fóbico o como buen haragán, siempre me he mantenido lejos. De todas maneras, ya estoy más o menos habituado o resignado a esa especie de título nobiliario, y lo prefiero a “licenciado”, claro.

¿Cuál es el nudo de Psicoanálisis para máquinas neutras? ¿Qué son las máquinas neutras?

“Psicoanálisis” dice de una posición teórica con respecto a este fenómeno. En el psicoanálisis, creo, se puede encontrar una verdadera y profunda teoría materialista del sujeto. El psicoanálisis es mucho más teórico, filosófico u ontológico de lo que habitualmente se cree. No parte de una relación de exterioridad entre sujeto y objeto, entre alma y cuerpo o entre ser y pensamiento. Pero tampoco sostiene solamente al sujeto como una resistencia negativa (en el sentido adorniano) contra el empuje tiránico de la vida y la realidad (lo que ya sería importante hoy, en tiempos de diagnósticos y terapias adaptativas masivas). Sitúa al sujeto en una problematización radical de ese real-material que lo determina y constituye. Vida y realidad no son cosas objetivas exteriores al sujeto: son la síntesis de nuestras propias prácticas histórico-sociales, pero también son significantes que orientan y guían, como un suelo neutro, a las propias prácticas sociales.

Con “máquinas neutras” quiero hablar del automatismo de los procesos técnicos, productivos, económicos. Hablo de la globalización. Fenómeno pulsional simple de expansión, empuje y arrastre, como una magia contagiosa o contaminante, o como una peste o un virus. Es una multiplicación automática de lo mismo. Llena inmediatamente todo vacío, toda brecha, toda falta y toda negatividad. Arma un gigantesco sistema de convergencia, de adaptación técnica, de buen funcionamiento: un enorme organismo contra cuyo metabolismo no podemos ir sin condenarnos a muerte. El capital mismo, las finanzas, la mercancía, la circulación dinero-mercancía-dinero, la producción, la tecnología, el mercado, el turismo, la moda, son ejemplos de dinámicas de globalización, de procesos automáticos “sin sujeto”. No son tiempos de la avasallante positividad de la realidad objetiva, ni del malestar negativo de la alienación. Son tiempos neutros de funcionamiento, adaptación y convergencia, de interfaz, rituales y ritmos.

Psicoanálisis para máquinas neutras: Biopoder o la plenitud del capitalismo se presenta el viernes a las 20.00 en el Salón Rojo. Junto al autor estarán Gabriel Delacoste y Gustavo Espinosa.