A los 81, Mario Vargas Llosa decidió publicar su autobiografía intelectual. O más bien, una historia del liberalismo. O quizás, la historia de cómo sucesos y lecturas lo llevaron de la militancia estudiantil filocomunista a la defensa del libre mercado y la democracia representativa como valores absolutos. Dice el premio Nobel en el capítulo introductorio: “Me vino entonces la idea de un libro que hiciera por el liberalismo lo que había hecho el crítico norteamericano [Edmund Wilson] por el socialismo: un ensayo que, arrancando en el pueblecito escocés de Kirkcaldy con el nacimiento de Adam Smith en 1723, relatara la evolución de las ideas liberales a través de sus principales exponentes y los acontecimientos históricos y sociales que las hicieron expandirse por el mundo. Aunque lejos de aquel modelo, este es el remoto origen de La llamada de la tribu.
El libro está ordenado en capítulos centrados en diversos autores de la tradición liberal: Adam Smith, Friedrich von Hayek, Karl Popper, Isaiah Berlin, Raymond Aron, Jean-François Revel y –tal vez sorpresivamente para quienes no recuerden que Vargas Llosa es, por elección, súbdito del rey de España– José Ortega y Gasset.