Dos escuelas del departamento de Maldonado han presentado diversas dificultades desde el inicio de clases. Los padres de los estudiantes han reclamado a las autoridades de la educación que se les brinde una pronta solución.
En el primer caso, se trata de la escuela 61, ubicada en el kilómetro 110 de Pan de Azúcar. Unos 50 padres y familiares de alumnos de la institución enviaron una carta dirigida al presidente de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), Robert Silva, en la que solicitaron formar otro grupo para los alumnos de tercer y cuarto año, que comparten salón.
Según explican en la misiva, a la que accedió la diaria, son unos 40 alumnos en un sólo salón y hay una sola docente a cargo. Los padres expresaron su “preocupación” por los “inconvenientes” que esta situación presenta. “Consideramos imprescindible la presencia de otro docente, así como otro salón de clases”, detallaron.
Además, indicaron que han observado que en otras instituciones educativas se ha optado por el uso de contenedores cuando la capacidad edilicia de la escuela es superada. Y concluyeron que esperan una “pronta y muy efectiva solución”.
Por otra parte, la escuela 95 España del barrio Maldonado Nuevo presenta problemas edilicios. También en un comunicado al que accedió la diaria los padres informan que se encuentran “abocados” al reacondicionamiento de la escuela.
Fuentes del barrio indicaron a la diaria que esta problemática no es nueva, sino que “desde el año pasado que se está esperando para que las autoridades a quien le competa se hagan cargo; no mandan a arreglar. Los baños [están] en estado calamitoso, no hay personal de limpieza, aguas servidas fluyen hacia los vecinos, baños tapados y rotos en un segundo piso gotean sobre los niños que entran al único baño de abajo y [hay] baños clausurados”, ilustró.
Agregó que niños y niñas deben usar el mismo baño y tirar “cada tanto un balde con agua al water”. “Están yendo algunos padres y madres a limpiar salones y pasillos además de los baños. Todo un desastre”, lamentó un vecino.
Aunque “se reparó la pérdida de agua y se restableció la electricidad y varias familias colaboraron con la limpieza y la concreción de reparaciones”, según manifestaron los familiares, todavía “queda mucho por hacer”. Este sábado de 09.00 a 12.00 se llevó a cabo una jornada de “mantenimiento”.
Dentro de la lista de tareas por hacer destacaron: limpiar, reparar los baños, así como el portón corredizo y las jardineras, acondicionar espacios y pintar columnas y rejas.