Las redes sociales son el escenario de una convocatoria “al pueblo organizado, trabajadores, docentes y estudiantes” que se realizará este lunes 15 frente al edificio de la Intendencia de Maldonado. “Nos juntamos ante la injusticia y la indolencia de quienes nos gobiernan. A favor de la regularización vial, pero no de la cacería de trabajadores”, dice el afiche de la convocatoria.

Lola Cayetano, una de las promotoras de la iniciativa, aclaró que será una movilización “pacífica y organizada, sin bandera política, simplemente el pueblo fernandino cansado de esta cacería sobre los trabajadores, en persecución constante”. “Ya no tenemos por qué aguantar que nos hostiguen y nos persigan como si fuéramos delincuentes”, arengó otro de los convocantes.

A principios de este mes, la Intendencia de Maldonado anunció sobre un “endurecimiento” de los operativos de tránsito, en busca de motos que circulen en infracción, no sólo por incumplir las normas de tránsito sino por carecer de matrículas en buen estado, retrovisores y luces.

“Serán operativos intensos, aleatorios y duros, con mayor apoyo policial”, adelantó el director general de Tránsito y Transporte, Juan Pígola, sobre la tarea a desplegar. “Se trata de paliar una situación que viene siendo reclamada por la población”, fundamentó.

Las acciones del cuerpo de inspectores municipales ya se sienten. “Empecemos a levantar la voz, de lo contrario seguirá la persecución de la gente que sale de sus casas hacia el trabajo y los paran en un operativo justo a la hora de entrada o salida del trabajo, haciéndolos perder tiempo, vehículo y dinero. No están reforzando ninguna seguridad, están persiguiendo al trabajador arbitrariamente”, sentenció Cayetano.

La crítica no sólo va hacia las autoridades de la intendencia nacionalista sino también a la oposición política. “No veo ningún edil de Maldonado hablando o proclamándose sobre esta cacería a los trabajadores. ¿O sólo aparecen a buscar los votos? ¿Dónde está el Frente Amplio cuando la gente lo precisa?”, cuestionó la mujer.

Gente llorando

A modo de ejemplo, contó en su red de Facebook que días antes se cruzó en la rotonda de las rutas 39 y Perimetral con “un señor mayor en bicicleta, con chaleco, que paró llorando”. La mujer contó que cuando se detuvo a ver qué le había pasado, supo que “al hombre le quitaron la moto y ahora tiene que trasladarse en bicicleta; un hombre mayor que vende leña y vive el día a día. ¿Cómo carajos va a trabajar sin su herramienta de trabajo? ¿Cómo pretenden que el señor pueda pagar por regularizar la moto si vive el día a día?”, dijo, presa de la indignación.

Otras personas aportaron comentarios con casos similares. El de una mujer a la que dejaron a pie porque su moto tenía una luz rota, el de personas sin trabajo o estudiantes que utilizan el vehículo porque es más económico que un ómnibus para desplazarse por la ciudad.

El clamor generalizado es que los inspectores fiscalicen a quienes circulan a alta velocidad, haciendo piruetas o picadas con escape libre, pero no a quienes utilizan su moto para los quehaceres diarios.

“Corrijamos lo que está mal para nosotros, estamos solos, juntémonos”, invitó Cayetano, finalmente.