En los últimos meses miles de puestos laborales quedaron vacantes en Reino Unido porque no hay trabajadores que los cubran. Sucede en el sector del transporte de carga, en los bares y locales gastronómicos y en la industria cárnica. El fenómeno, al menos en parte, es un efecto del brexit.

La asociación nacional de productores porcinos, la National Pig Association (NPA), pidió al gobierno que habilite visas de emergencia para trabajadores extranjeros porque no cuenta con personal suficiente para procesar la carne de los animales, y ya tuvo que sacrificar 600 cerdos, informó la BBC. Si la situación no se revierte, el “próximo paso” será un “sacrificio masivo” de más de 100.000 animales, advirtió la NPA.

Según la cadena británica, el primer ministro, Boris Johnson, intentó quitarle dramatismo a la situación a su manera. Le preguntó a un periodista si alguna vez había comido un sándwich con panceta y le dijo: “Esos cerdos, cuando te los comiste, no estaban vivos”. El comentario causó malestar en los productores, y la directora de la NPA, Zoe Davies, dijo que “esos animales estaban destinados a alimentar a la población y no se debió permitir” que se llegara a esta situación.

Los productores de pollos y pavos enfrentan un panorama similar. El Consejo Avícola Británico manifestó que tiene unos 7.000 puestos de trabajo sin cubrir. A su vez, la Asociación Británica de Productores Independientes de Carnes le pidió al gobierno que aumente los cupos para que las personas que están en prisión puedan ser contratadas, informó The Guardian.

Johnson reconoció que Reino Unido está “en un punto de inflexión”, y el martes, durante el Congreso de su Partido Conservador, dijo que “llevará tiempo y a veces será difícil, pero este es el cambio que la gente votó en 2016”, en referencia a la consulta que decidió la salida de la Unión Europea. El brexit condujo a que Reino Unido se quedara sin la mano de obra que provenía de otros países del bloque.

“No vamos a volver al viejo y roto modelo de bajos salarios y baja productividad”, dijo el primer ministro. “La respuesta no es volver a la inmigración descontrolada para mantener bajos los sueldos, sino controlar la inmigración y no usarla como una excusa para no invertir en los trabajadores, en maquinaria o en instalaciones”, concluyó.

Desabastecimiento

De acuerdo con la información de la BBC y de The Conversation, también la pandemia contribuyó a que algunos sectores quedaran sin suficientes empleados. Trabajadores que debieron buscar un nuevo empleo porque la actividad a la que se dedicaban fue afectada por los cierres sanitarios, ya no volvieron a sus viejos puestos, y muchos inmigrantes europeos desempleados decidieron regresar a sus países. Para ingresar otra vez a territorio británico deberán hacer trámites más complicados ahora que Reino Unido dejó de ser parte de la Unión Europea. Pero incluso antes de la pandemia, muchos extranjeros se habían ido a causa del brexit.

“Durante décadas hemos dependido de personas muy trabajadoras que venían sobre todo de los países de la ampliación de la Unión Europea, que estaban dispuestas a hacer esos trabajos por un salario bajo y por eso ahora no son atractivos”, dijo Johnson. Durante la convención, les advirtió a los empresarios que si no invierten en el bienestar del trabajador y los salarios en el sector transporte, se llega a una situación como la actual, en la que no hay gente joven “que quiera convertirse en camionero”. El primer ministro dijo que, por ejemplo, “se necesitan áreas de servicio para que los camioneros no tengan que orinar entre los arbustos”.

Johnson se refería así a uno de los sectores más afectados. La falta de camioneros llevó a que en las últimas semanas escasearan ciertos productos de alimentación en los supermercados y el combustible en las estaciones de servicio. También retrasó la llegada de insumos a restaurantes y pubs, otro sector con dificultades para conseguir trabajadores.

Según informó el viernes el equivalente británico al Instituto Nacional de Estadísticas, en las últimas semanas 17% de los habitantes de Reino Unido no pudo comprar alimentos básicos porque no había, y 57% manifestó que no consiguió todos los productos que necesitaba, básicos o no, por falta de abastecimiento. Además, 15% declaró que no pudo comprar combustible.

Filas en las estaciones de servicio

Ya en agosto la Asociación de Transportistas de Carretera calculó que necesitaba unos 100.000 conductores de camiones más para mantener su actividad, que abarca el transporte de combustible. El gobierno ofreció visados para transportistas del exterior, pero la medida no funcionó. “Le dijimos al sector del transporte terrestre: 'bien, dennos los nombres de los conductores que quieran traer [del extranjero] y les arreglaremos los visados, les daremos 5.000 visados. Y solamente han facilitado 127 nombres”, dijo Johnson, según citó la agencia Efe.

Un portavoz de la Asociación del transporte de carretera, Rod McKenzie, señaló que el problema que enfrenta el sector es que los permisos se emiten por plazos demasiado cortos, y no se puede convocar a trabajadores según una lista con sus datos, sino que el gobierno debe promover en el exterior su oferta de trabajo.

Para el primer ministro, el problema en este sector no es sólo británico sino mundial, y en la convención de los conservadores, el ministro de Economía, Rishi Sunak, dijo que el gobierno no puede “agitar una varita mágica” para resolver los “problemas globales de suministro”.

Acerca de las imágenes de largas filas de autos intentando comprar nafta en las estaciones de servicio, Johnson dijo que el suministro se está estabilizando, aunque no descartó que el desabastecimiento continúe en alguna medida hasta Navidad. El gobierno recurrió en los últimos días a unos 200 militares, de los cuales sólo la mitad son conductores, para que manejaran camiones y transportaran el combustible por el país, sobre todo para llevarlo al sur del país, la zona más afectada.

Johnson asegura que llegarán tiempos de empleos más calificados y mejor remunerados, pero no todavía. Reconoció que por ahora lo que se va a necesitar es una suba temporal de impuestos debido a los “agujeros” que dejó la pandemia. Sin embargo, afirmó que él tiene las “agallas” que no tuvieron otros gobernantes para buscar soluciones que resuelvan los problemas del país para el futuro, y comparó lo que ocurre en Reino Unido con “la presión” que sufriría “un gigante que se levanta”.