Las elecciones legislativas realizadas en Argentina, en las que estaban en juego un tercio de las bancas de la Cámara de Senadores y casi la mitad de los escaños de la Cámara Baja, volvieron a mostrar un panorama político polarizado, cuando al actual gobierno que encabeza Alberto Fernández le quedan aún dos años de mandato.

Si bien las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de setiembre habían dejado muy golpeado al oficialismo, estos nuevos comicios reafirmaron la supremacía electoral de la oposición en el total de votos, aunque la composición del Congreso sigue teniendo como principal minoría al Frente de Todos (FDT). En el Senado, de un total de 72 bancas, el FDT tiene 35 representantes, Juntos por el Cambio (JXC) 31 y otras fuerzas se reparten los restantes seis lugares.

Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, compuesta por 257 integrantes, el FDT tendrá en la próxima legislatura 118 representantes, JXC 116 y otros sectores nacionales y provinciales tienen las otras 23 bancas.

Uno de los datos más destacados de la jornada fue el repunte que tuvo el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país, en el que se concentra casi el 40% de la población total argentina. Allí el FDT logró reducir la ventaja que le había sacado la coalición opositora Juntos por el Cambio en las PASO. El primer candidato a diputado por la oposición Diego Santilli consiguió el 39,92% de los apoyos, contra el 38,48% de Victoria Tolosa Paz, primera candidata a la cámara baja por el Frente de Todos. En las PASO de setiembre en este distrito JXC sacó el 39,78% contra 35,43% del oficialismo. La reducción de la ventaja de una fuerza sobre otra fue justificada por analistas por la mayor cantidad de votantes, ya que en las PASO votaron alrededor del 66% de los habilitados y en esta ocasión lo hicieron casi el 72%.

En la ciudad de Buenos Aires los resultados variaron muy poco respecto a las PASO, repitiéndose una contundente victoria de JXC, que con María Eugenia Vidal como primera postulante a diputados obtuvo el 47,01% de los votos. Segundo lejos quedó el FDT que tenía como primer postulante a Leonardo Santoro con el 25,10%, el ultraliberal Javier Milei, que en las PASO había obtenido el 13%, alcanzó ahora el 17,04% y en cuarto lugar se situó el Frente de Izquierda, que con el 7,76% aseguró la banca de Myriam Bregman.

Alberto Fernández, junto a Leandro Santoro, Sergio Massa, Axel Kicillof, y Máximo Kirchner, tras conocer los resultados de las elecciones, en Buenos Aires.

Alberto Fernández, junto a Leandro Santoro, Sergio Massa, Axel Kicillof, y Máximo Kirchner, tras conocer los resultados de las elecciones, en Buenos Aires.

Foto: Juan Ignacio Roncoroni, EFE

A nivel de los votos de todo el país, JXC amplió su ventaja sobre el Frente de Todos y le sacó casi 10 puntos porcentuales, 42,10% contra 33,36%, lo que en números son casi 2 millones de votos de diferencia. La tercera fuerza a nivel nacional es el Frente de Izquierda con el 5,97%. Para este último sector la jornada resultó muy positiva, ya que por primera vez desde que se agrupó con el nombre de Frente de Izquierda, esta fuerza tendrá cuatro diputados, uno por la ciudad de Buenos Aires, dos por la provincia de Buenos Aires y uno por la provincia de Jujuy.

Luego de los resultados y de conocida la nueva composición del Congreso, el presidente Alberto Fernández habló en un mensaje grabado desde la residencia de Olivos en el que llamó al diálogo a la oposición para lograr la reactivación económica y resolver la cuestión de la gigantesca deuda que el país tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Medios argentinos informaron que en diciembre, cuando asuman las nuevas autoridades del Congreso, el Ejecutivo enviará un proyecto que contemplará el programa económico que se empleará en los dos próximos años.

“Necesitamos que las grandes mayorías generen consenso para acordar una agenda tan compartible como sea posible. Nuestro pueblo necesita una oposición patriótica”, enfatizó Fernández.