La imparable expansión de la nueva oleada de la pandemia de coronavirus en Europa, tras la entrada en escena de la variante ómicron, hace que el continente afronte las fiestas navideñas en un escenario de restricciones, incertidumbre, nerviosismo, advertencias y llamamientos a la calma por parte de los dirigentes públicos.
Según informó la agencia Efe, el estado europeo que llevó más allá el plano restrictivo fue Países Bajos, que este domingo entró en un confinamiento que puso fin a toda actividad no esencial. Escuelas, bares, restaurantes, negocios no esenciales y otros espacios públicos cerrarán en principio hasta mediados de enero. Al argumentar la medida, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, dijo que las restricciones eran “inevitables” ante el ascenso de casos de covid-19 en el país.
La decisión de Países Bajos puede ser replicada en breve por otros estados del continente, aunque el gobierno de Reino Unido que encabeza Boris Johnson ya descartó que esto pueda suceder antes de Navidad. De acuerdo a la BBC, Reino Unido ha sido hasta ahora la nación más afectada de Europa por la aparición de la nueva variante, donde el viernes ya se habían confirmado casi 15.000 casos de ómicron.
Si bien la situación es particularmente dura en Reino Unido, los funcionarios de salud de todo el continente se preparan para una nueva ola de infecciones. Francia, Alemania e Irlanda anunciaron nuevas restricciones para tratar de controlar la situación. Karl Lauterbach, flamante ministro de Salud del gobierno que desde hace pocos días lidera el socialdemócrata Olaf Scholz, dijo en una conferencia de prensa que su país “debe prepararse para un desafío” que aún no ha visto. En Irlanda, donde un tercio de los casos nuevos de covid-19 detectados se deben a la nueva variante, el mandatario Micheál Martin aseguró que esperaban “ver infecciones a un ritmo muy superior a todo lo que hemos visto hasta la fecha”.
Alemania además anunció este domingo la prohibición a la entrada a la mayoría de viajeros procedentes de Reino Unido, siguiendo el ejemplo de Francia, para tratar de frenar la propagación de la variante ómicron. La agencia de salud alemana designó además a Francia, Noruega, Dinamarca y Líbano como naciones de “alto riesgo” por el aumento de infecciones en esos países.
La propia Alemania reportó más de 42.000 casos el sábado, frente a las 50.000 nuevas infecciones registradas el viernes siguiendo la tendencia descendente de los contagios en el país, luego de varias semanas de repuntes sucesivos.
En Francia, el gobierno de Emmanuel Macron determinó el cierre de sus fronteras a las personas provenientes de Reino Unido por negocios o por turismo, una noticia que generó enormes colas en las terminales del puerto de Dover, en Inglaterra, y en el servicio de trenes Eurostar cuando las personas intentaban ingresar a Francia antes de que la prohibición entrara en vigencia.
Además, a principios de la semana pasada las autoridades sanitarias francesas anunciaron que los visitantes que lleguen al país, provenientes de otras naciones de la Unión Europea, deberán presentar una prueba de covid-19 negativa a su llegada, incluso aquellas personas que ya estén vacunadas.
Horas antes de que entraran en vigor las nuevas disposiciones, el primer ministro francés, Jean Castex, informó que las restricciones de viaje eran parte de una serie de medidas que se estaban adoptando para detener la marea de infecciones. Estas incluyen reducir el tiempo entre la segunda y la tercera dosis de la vacuna y requerir una vacunación completa para ingresar a restaurantes y al transporte público de larga distancia. Además, el gobierno anunció que todas las celebraciones oficiales de fin de año, así como los lanzamientos de fuegos artificiales que congregan a miles de personas, fueron cancelados.
Castex agregó que el gobierno anunciaría nuevas medidas en las primeras semanas del año que viene para abordar la duda que persiste sobre aquellas personas que se niegan a vacunarse. “No es aceptable que la negativa de unos pocos millones de franceses a vacunarse ponga en riesgo la vida de todo un país”, expresó.
Acerca de la evolución de la nueva variante del coronavirus en el país, el ministro de Salud francés, Olivier Véran, dijo que se cree que entre 7% y 10% de las nuevas infecciones confirmadas en el país se deben a la variante ómicron. Según algunas estimaciones, se espera que para mediados de enero sea la variante dominante de los casos de coronavirus en el país.