El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció este viernes que conversará con los líderes de todas las bancadas parlamentarias sobre gobernabilidad y estabilidad política. Lo anunció a días de que se discuta una moción de destitución, o de “vacancia” de la presidencia, que se votará el martes en el Congreso.

Según informó el diario peruano La República, ya están los 52 votos necesarios para que esa iniciativa se debata. Sin embargo, no parece que vaya a terminar en destitución, porque para eso se requieren 87 votos del total de 130.

Los principales promotores de la destitución, los derechistas Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular, tuvieron dificultades para habilitar la discusión porque sólo cuentan con 43 votos propios, pero, a medida que el gobierno fue sumando acusaciones de tráfico de influencia que afectan a funcionarios del entorno de Castillo y otras de injerencia en ascensos de oficiales militares, algunos legisladores vieron en la discusión del martes una instancia en la que se le puede pedir explicaciones al presidente.

Una de esas acusaciones, de supuesta injerencia de la presidencia en ascensos de oficiales militares, fue motivo de una citación a Castillo por parte de la fiscal de la nación, Zoraida Ávalos, quien lo convocó para el martes 14 para que brinde su declaración al respecto.

Castillo dijo el jueves que hay intereses económicos detrás de la moción de destituirlo y que hay empresas que tienen “la firme decisión de seguir invirtiendo en el país”, pero que también hay otras que están “preocupadas porque se revisen algunos contratos”, como piensa hacer el gobierno en el caso de sectores extractivos. “No les vamos a dar [la oportunidad] a esas cúpulas que participan y están dolidos por eso, porque hay miles de millones de dólares que no quieren que se toquen, porque a partir de enero comienza la revisión de sus contratos, por eso quieren vacar al presidente, para que no les toquen sus intereses”.

Una encuesta publicada el domingo por La República concluye que 55% de los peruanos rechaza la moción de censura, pero 62% cree que Castillo no podrá terminar sus cinco años de mandato frente a 31% que cree que sí.