En una entrevista emitida por el canal público Rossiya 1, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó el domingo que su país está dispuesto a negociar con todas las partes implicadas en el conflicto con Ucrania, pero agregó que el gobierno de Kiev que encabeza Volodímir Zelenski y sus aliados occidentales son los que están haciendo todo para no dialogar.

“Estamos dispuestos a negociar con todos los implicados soluciones razonables, pero eso depende de ellos; no somos nosotros los que nos negamos a negociar, son ellos”, manifestó el presidente ruso, quien ya en ocasiones anteriores había deslizado su idea de llegar a un cese del fuego, aunque siempre dejó claro que para ello los ucranianos debían renunciar a algunos territorios ya conquistados por Rusia, incluyendo la Península de Crimea, ocupada por las fuerzas de Moscú desde 2014.

Pero desde la Casa Blanca se restó importancia al tono aparentemente pacificador de Putin, explicando que en los hechos él no había hecho ningún movimiento real sobre su predisposición a negociar el final de la guerra. “Más bien al contrario”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby. “Todo lo que está haciendo [Putin] es escalar la guerra”. Según informó El País de Madrid, Kirby afirmó que el presidente estadounidense, Joe Biden, estaría dispuesto a hablar con Putin siempre que este mostrase “seriedad sobre la negociación”, y previa consulta a Ucrania y al resto de los aliados occidentales.

En términos similares se expresó Mijailo Podolyak, uno de los asesores más cercanos a Zelenski, quien dijo que Putin tenía que volver a la realidad y reconocer que era Rusia la que no pretendía comenzar ninguna negociación.

“Rusia atacó sola a Ucrania y está matando ciudadanos. Rusia no quiere negociaciones, pero intenta eludir su responsabilidad. Rusia está atacando a Ucrania y matando a sus ciudadanos. No hay otros países, razones, geopolíticas”, afirmó Podolyak en su cuenta de Twitter. Este domingo, ante el temor a ataques rusos, las alarmas antiaéreas estuvieron activadas en todas las regiones del país, incluida Kiev, la capital ucraniana. El sábado un ataque ruso sobre la ciudad de Jersón dejó 17 muertos y cerca de 70 heridos, hecho que el presidente Zelenski describió como un “acto de terrorismo”. Para el gobierno ruso Jersón es un territorio propio, porque ese óblast (provincia) fue de las que tuvieron un plebiscito a fines de setiembre en el que se aprobó su anexión a Moscú, pero en los hechos el territorio está bajo disputa y en la capital regional el gobierno es de los ucranianos.

La Rusia histórica

En sus declaraciones televisivas Putin dijo también que Rusia estaba actuando en la “dirección correcta” en Ucrania porque las potencias occidentales, lideradas por Estados Unidos, estaban tratando de dividir a Rusia, algo que desde Washington se niega en forma enfática.

“Creo que estamos actuando en la dirección correcta, estamos defendiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos, de nuestro pueblo. Y no tenemos otra opción que proteger a nuestros ciudadanos”, declaró Putin, de acuerdo a lo que consignó la agencia Reuters.

Ante la pregunta de si el conflicto geopolítico con Occidente se acercaba a un nivel peligroso, Putin respondió: “No creo que sea tan peligroso”. Putin volvió a remarcar que Occidente había empezado el conflicto en Ucrania en 2014 al derrocar a un presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, en el marco de las protestas populares conocidas como Euromaidán.

Poco después de ese hecho político en Ucrania, Rusia se anexó Crimea y las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia comenzaron a luchar contra las fuerzas armadas ucranianas en el este de Ucrania, en las provincias de Donestk y Lugansk, en la región del Donbás, donde los combates siguen siendo muy duros en estos días.

“En realidad, lo fundamental aquí es la política de nuestros adversarios geopolíticos, cuyo objetivo es separar a Rusia, a la Rusia histórica”, dijo Putin.

Putin considera que esta guerra en Ucrania, a la cual de acuerdo a los términos oficiales que se usan en Rusia califica de “operación militar especial”, es un momento decisivo en el que Moscú se está enfrentando finalmente a un bloque occidental que, según él, quiere destruir a Rusia desde la caída de la Unión Soviética en 1991.

Putin describió al suyo como un “país único” y afirmó que la inmensa mayoría de su pueblo estaba unida en su deseo de defenderlo.

Por su parte, Ucrania y sus aliados occidentales afirman que Putin no tiene justificación alguna para lo que consideran una guerra de ocupación al estilo imperial, que está generando el sufrimiento y la muerte en toda Ucrania.