La decisión de Estados Unidos de imponer sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania condujo al gobierno de Joe Biden a un acercamiento a Venezuela, otro productor de crudo, que podría ayudar a estabilizar los precios y cubrir el suministro. Una delegación enviada por Washington visitó Caracas el fin de semana, y ese encuentro fue seguido por algunas señales de distensión en sus relaciones, así como por reacciones de oposición estadounidense contrarias a ese diálogo.

El gobierno de Nicolás Maduro, que había transmitido su apoyo a Moscú, manifestó su voluntad de “avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz”. Por otra parte, fueron liberados dos estadounidenses condenados por corrupción en Venezuela, entre ellos Gustavo Cárdenas, el vicepresidente de Relaciones Estratégicas de Citgo, una filial de la petrolera venezolana PDVSA en Estados Unidos. El otro liberado, acusado de terrorismo, es un cubanoestadounidense. La situación de ambos fue parte de las conversaciones que mantuvieron representantes de Caracas y Washington, en las que según las dos partes también estuvo presente la situación energética.

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se rompieron en 2019, cuando el gobierno de Donald Trump desconoció la reelección de Maduro como presidente y la calificó de “fraudulenta” Desde entonces no hubo un cambio de postura de la Casa Blanca, que sigue sin reconocer a Maduro. Tampoco hubo anuncios sobre la posibilidad de disminuir las sanciones que Washington aplica a Venezuela, entre ellas a las exportaciones de petróleo. De hecho, el martes la subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que Estados Unidos sigue reconociendo al dirigente opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.

Acerca de la reunión del fin de semana, Maduro dijo que fue “respetuosa, cordial y diplomática”, que duró dos horas y que en el despacho presidencial donde se encontraron “estaban las dos banderas bonitas, unidas como deben estar las banderas de Estados Unidos y Venezuela”.

De todos modos, el canciller venezolano, Félix Plasencis, ratificó la buena relación con Rusia. Desde Turquía, donde se encontraba en visita oficial, escribió en su cuenta de Twitter: “Acompañamos a nuestra vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, en grato encuentro con el canciller de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov. Reafirmamos nuestros lazos de amistad y la voluntad de profundizar nuestra cooperación estratégica”.

Después de la reunión del fin de semana, el presidente colombiano, Iván Duque, le ofreció a Biden petróleo de su país. “Colombia hoy es un país que tiene más capacidad de suministrar hidrocarburos de lo que tiene Venezuela”, dijo al salir de una reunión con su par estadounidense en la Casa Blanca. De acuerdo con Duque, Colombia produce 890.000 barriles diarios de crudo y tiene el objetivo de llegar al millón, mientras que Venezuela produce 755.000 por día. “Colombia contribuirá en aumentar su mercado en Estados Unidos en la medida en que Estados Unidos lo requiera y en la medida de nuestras capacidades”, agregó. Sobre Venezuela, Duque dijo que ni Estados Unidos ni su país “han reconocido el régimen dictatorial como interlocutor”.

A su vez, Biden le prometió a Duque que Colombia estará incluida en la lista de los principales aliados de Washington externos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “Eso es exactamente lo que son ustedes, un gran, gran aliado que no es de la OTAN. Esto es un reconocimiento de la relación única y cercana entre nuestros países”, manifestó.