En un acto que bien puede interpretarse como la salvación de la coalición oficialista, el Frente de Todos, el presidente argentino, Alberto Fernández, decidió el sábado pedirle la renuncia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien horas antes había lanzado un mensaje criticando a la vicepresidenta, Cristina Fernández, y a funcionarios que responden políticamente a ella, que están al frente de la empresa Energética Argentina.
El comienzo del fin de la era de Kulfas en el Ejecutivo que encabeza Fernández comenzó el viernes, cuando el mandatario y su vice estuvieron juntos en Tecnópolis en un acto por el aniversario de los 100 años de la fundación de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Allí, de acuerdo a lo que consignó eldiario.ar, Cristina Fernández le dijo al presidente: “Te pido que uses la lapicera”, como metáfora de que ponga en marcha la acción de gobierno.
Poco después, varios medios argentinos publicaron un mensaje de Whatsapp en off atribuido a Kulfas en el que se expresaba, en modo de respuesta a la metáfora de la vicepresidenta: “Información en OFF. La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina, que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint. Es Integración Energética Argentina (IASA), con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de Ieasa”. En el texto atribuido a Kulfas se agrega: “Ellos armaron un pliego de licitación a la medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor. Si en lugar de poner esa especificación hubieran puesto 31 milímetros, como son los gasoductos en Europa, se podría haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Laminados Industriales SA)”.
Los dichos de Kulfas tuvieron como respuesta un comunicado de Energía Argentina en el que se decía: “A la categoría de ‘funcionarios que no funcionan’, planteada en el año 2020 por la vicepresidenta, ahora se le agrega la de funcionarios del off que, además de no saber, mienten y utilizan al periodismo para hacer operaciones políticas en contra de la vicepresidenta”. La propia Cristina Fernández retuiteó este mensaje de la empresa y luego agregó: “Muy injusto y, sobre todo, muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno del Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, en off, mintiendo y utilizando periodistas. Con errores y aciertos, siempre hablé y actué de frente. Penoso”.
La bomba que amenazó con desestabilizar por completo al ya de por sí golpeado gobierno fue desactivada en la tarde del sábado por el presidente, quien en un mensaje en su cuenta de Twitter expresó: “Es éticamente reprochable hablar en off en desmedro del otro. Así siempre lo he expresado públicamente. No avalo esos procederes y comparto el malestar expresado por Cristina Fernández de Kirchner”.
Posteriormente se oficializó la noticia de que el presidente le había pedido la renuncia a Kulfas, funcionario con el cual tenía mucha cercanía, y que a su vez despertaba enormes resistencias dentro de los sectores kirchneristas.
Más tarde se informó que la persona designada para reemplazar a Kulfas es Daniel Scioli, otra figura cercana al mandatario, pero que también tiene un fluido vínculo con muchos referentes del kirchnerismo, quien se venía desempeñando como embajador argentino en Brasil.