La tensión política no cesa en Argentina, sino que, por el contrario, los cruces entre el oficialismo y la oposición son cada vez más intensos.

Hace exactamente una semana el fiscal Diego Luciani pidió una pena de 12 años de prisión efectiva y la inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos para la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el juicio por corrupción en la obra pública de la provincia de Santa Cruz, en el marco de la causa conocida como Vialidad.

Esta acción judicial, muy celebrada desde la oposición, tuvo como respuesta un masivo apoyo a la exmandataria, que se tradujo en manifestaciones callejeras y adhesiones de todo tipo, tanto en el ámbito interno como desde el exterior. Muchas de las muestras de apoyo hacia Fernández tuvieron como escenario el acceso al edificio en el que vive, ubicado en el barrio Recoleta de Buenos Aires.

Ante la denuncia de algunos vecinos que entendían que su vida cotidiana estaba siendo trastocada por la permanente afluencia de personas hacia la zona, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, una de las figuras más prominentes de la coalición opositora Juntos por el Cambio, dispuso el vallado del lugar. Esto generó una respuesta de los seguidores de la vicepresidenta –la figura política más importante del país– y, en ese marco, el sábado por la tarde se produjeron violentos incidentes sobre la zona vallada, en los que no faltaron gases lacrimógenos y camiones lanzaagua, en el marco de una fuertísima represión policial.

Horas más tarde, en la noche y cuando ya la Policía se había retirado del lugar, tras una reunión de urgencia entre autoridades de seguridad de los gobiernos nacional y porteño, Cristina Fernández brindó un discurso en un escenario improvisado frente a su apartamento en el que llamó a sus seguidores a la calma, al tiempo que fustigó con dureza a sus opositores. “Los hemos visto colgar horcas y colocar guillotinas en las plazas de la república, pero los violentos somos nosotros. Es increíble el grado de cinismo y de perversión, de no asumirse y hacerse cargo de lo que quieren: exterminar al peronismo, que fue lo que quisieron desde siempre”, expresó la política nacida en La Plata hace 69 años.

Pero desde el gobierno porteño se defendió el accionar policial.

“La vicepresidenta busca que la solución de sus problemas con la Justicia argentina se dirima en las calles, enfrentando a unos argentinos con otros. No lo vamos a permitir. La violencia es el límite. La Policía de la ciudad actuó con firmeza, con determinación y con profesionalismo”, dijo Rodríguez Larreta durante una conferencia de prensa que dio en la noche del sábado.

En la misma línea, la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires y actual diputada nacional por Juntos por el Cambio María Eugenia Vidal responsabilizó a los dirigentes de la coalición oficialista Frente de Todos por “alentar la violencia” y pedir a los militantes de ese espacio que ocupen las calles para defender la “supuesta inocencia” de la vicepresidenta. Vidal también sostuvo que como resultado de los hechos de violencia hubo un saldo de 12 policías de la ciudad heridos, en declaraciones consignadas por elDiarioAR.com.

Este domingo al mediodía Cristina Fernández salió a la puerta de su edificio para saludar a algunos seguidores que permanecían en el lugar y al mismo tiempo medios argentinos informaban que, en medio del creciente clima de violencia vivido el sábado, la Policía agredió física y verbalmente al diputado Máximo Kirchner, hijo de Cristina, cuando intentaba acceder al domicilio de su madre.

“Muy grave. Ayer, cuando ya no había vallas, un grupo de policías de la Ciudad le impidió al diputado Máximo Kirchner ingresar al domicilio de su madre siendo golpeado e insultado. Detrás de un falso republicanismo esconden un profundo autoritarismo y desprecio por la democracia”, escribió el domingo en su cuenta de Twitter el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, un dirigente político muy cercano a la expresidenta. La agresión contra Kirchner generó el rechazo por parte del Frente de Todos y también del Partido Justicialista.

Incluso, de acuerdo a lo que informó Página12, los diputados del Frente de Todos pidieron la renuncia del ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandro, y pedirán que Rodríguez Larreta vaya a dar explicaciones al Parlamento porteño por los hechos de represión del sábado.