El Comité de Investigación de Rusia anunció la apertura de una investigación penal por el homicidio de Daria Dugina, quien murió en la noche del sábado luego de que un artefacto explosivo destruyera por completo la camioneta Toyota Land Cruiser en la que viajaba, cerca del poblado Bolshie Viázemi, en las afueras de Moscú, informó el portal Sputnik.

Dugina, de 29 años, quien era politóloga y periodista, había concurrido a un festival cultural tradicionalista en el que participó su padre y, según manifestaron allegados, al finalizar el evento la mujer tomó el auto propiedad de Dugin, que se retiró en otro vehículo. Este hecho parece dejar en evidencia que el objetivo del ataque era él y no su hija, aunque un amigo de esta dijo que los blancos podían ser ambos.

Andrey Krasnov, líder del movimiento social oficialista Russian Horizon, quien es cercano a los Dugin, dijo en una entrevista con la agencia de noticias estatal rusa TASS: “Según tengo entendido, Alexander, o probablemente los dos, eran el objetivo” del ataque.

Tanto Dugin como su hija, habían sido sancionados por Estados Unidos y Reino Unido. Este último país sancionó a Dugina en julio específicamente por ser “una contribuyente frecuente y de alto perfil de desinformación en relación con Ucrania y la invasión rusa de Ucrania en varias plataformas en línea”, de acuerdo a lo que manifestó en su momento el gobierno británico.

Ni bien conocida la noticia, algunos referentes políticos rusos acusaron directamente al gobierno ucraniano por el hecho. Uno de los primeros en hacerlo fue el presidente de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin. “¡Viles asesinos! Los terroristas del régimen ucraniano, tratando de eliminar a Alexander Dugin, mataron a su hija... En un auto. ¡Bendito recuerdo de Daria, una verdadera chica rusa!”, escribió Pushilin en su cuenta de Telegram.

Por su parte, el director del Instituto de Estudios Políticos, Sergéi Markov, dijo estar convencido de que el ataque iba dirigido contra Dugin: “Primero, porque Daria trabajaba en los proyectos de su padre; segundo, porque Dugin iba a viajar en el mismo vehículo y en el último momento subió a otro; y, tercero, porque él es un personaje público varias veces más relevante que ella”.

Markov señaló a la inteligencia militar y al servicio de seguridad de Ucrania como “los sospechosos más probables” de la acción, si bien no descartó que el atentado haya sido obra de enemigos de Turquía y Azerbaiyán, debido a que Dugin, en el marco de sus teorías geopolíticas, tiene una posición muy favorable a ambos países.

Pero desde Kiev, altos funcionarios del gobierno que preside Volodímir Zelenski se desmarcaron por completo del asesinato de Dugina. “Ucrania no tiene nada que ver” con el atentado, ya que no es un Estado “terrorista”, manifestó el funcionario, al tiempo que subrayó que “el mecanismo de represalia” se ha puesto en marcha “dentro del país agresor”, según consignó la agencia de noticias ucraniana Unian. Podoliak remarcó que este atentado es un indicador inequívoco de que Rusia está comenzando a “desintegrarse internamente”. “Los ultrarradicales, a los que perteneció el mismo Dugin, están involucrados en esta monstruosidad”, agregó Podoliak en declaraciones al Canal 24, según recogió el portal Europa Press.

¿Quién es Dugin?

Nacido en Moscú en 1962, Alexander Dugin es doctor en filosofía y ciencias políticas, y desde su juventud fue un opositor al régimen soviético.

En 1993, poco después de la caída de la Unión Soviética y en el momento del auge de los movimientos fascistas en Rusia, fundó junto con el escritor Eduardo Limónov el Partido Nacional Bolchevique, un sector político nacionalista que conjugaba un ideario panruso de extrema derecha al que le agregaba rasgos del bolcheviquismo, pero en particular del estalinismo.

Pensador y estratega, además de ser un practicante del cristianismo ortodoxo –muchos de sus seguidores inicialmente eran sacerdotes caracterizados por su acérrimo antisemitismo–, aunque con el aditamento en sus creencias de elementos esotéricos y paganos, escribió, entre otros, dos libros que sirvieron para expresar su basamento teórico, Fundamentos de geopolítica (1997) y Cuarta Teoría Política (2009).

Estos dos textos, sobre todo el primero, tuvieron una cálida acogida dentro de las altas esferas de la política rusa, incluyendo, claro está, al presidente Vladimir Putin, quien mantiene una relación de estrecha confianza con Dugin. Al contrario de lo que pasó con Limónov, quien nunca dejó de militar contra Putin, lo que le valió primero la persecución y luego varios años de cárcel, Dugin pasó a ser el director de un centro de estudios geopolíticos financiado por el Estado ruso.

Sus teorías geopolíticas básicamente se fundamentan sobre la base del rechazo a Occidente, particularmente a Estados Unidos, y a la idea de que Rusia debe tener una expansión territorial sobre buena parte de los países de Europa del Este, naciones a las que está unida por su origen eslavo común, como así también hacia el este del continente asiático, liderando un polo de poder mundial llamado Eurasia. Entre las ideas expresadas en Fundamentos de geopolítica, Dugin dice específicamente que Ucrania debe ser parte integral de Rusia porque “como Estado no tiene ningún significado geopolítico, ninguna importancia cultural particular o significado universal, ni exclusividad geográfica, ni exclusividad étnica. Sus ciertas ambiciones territoriales representan un enorme peligro para toda Eurasia y, sin resolver el problema ucraniano, en general no tiene sentido hablar de política continental”.

Es por esto que muchos entienden que las ideas de Dugin son, en cierta medida, el apoyo teórico sobre el que Putin y el Kremlin argumentan la actual guerra en curso.