La Comisión Europea, el órgano Ejecutivo de la Unión Europea (UE) que preside la alemana Ursula von der Leyen, propuso este domingo la suspensión de la transferencia de alrededor de 7.500 millones de euros en fondos comunitarios designados a Hungría debido a los informes de corrupción y violaciones del Estado de derecho que existen en el país centroeuropeo que desde hace 12 años es gobernado por el ultraderechista Viktor Orbán.

“La Comisión propone una suspensión del 65% de los compromisos de tres programas operativos en el marco de la política de cohesión, por un importe estimado de 7.500 millones de euros, que es más de un tercio de la dotación de cohesión de Hungría”, dijo en una conferencia de prensa el comisario de Presupuesto y Administración de la UE, el austríaco Johannes Hahn, según informó la agencia de noticias turca Anadolu.

El anuncio, el primero de estas características en la historia del bloque comunitario, se produjo apenas tres días después de que el Parlamento Europeo declarara que Hungría ya no es una democracia plena, sino que se trata de un “régimen híbrido de autocracia electoral”, es decir, un lugar en el que se celebran elecciones, pero sin llegar a ser democrático.

Hahn dijo, respecto a la situación de la corrupción en Hungría, que existen “irregularidades y deficiencias sistemáticas” en la contratación pública, insuficiencias “en la realización efectiva de investigaciones y enjuiciamientos” cuando se abordan inquietudes sobre conflictos de intereses con respecto a los ciudadanos, y deficiencias en el marco anticorrupción en el país. Además, según recordó eldiario.es, vastos sectores conservadores con mucha influencia dentro de la sociedad húngara llevan años en el poder interfiriendo en el sistema judicial, persiguiendo a los colectivos LGTBI y asfixiando a las universidades, medios de comunicación y recortando derechos de las mujeres. Entre otras cosas, la legislación de la nación magiar exige que las mujeres escuchen el latido del corazón del feto antes de abortar.

La semana pasada, durante un discurso en el Parlamento de la UE, que tiene como sede la ciudad francesa de Estrasburgo, Von der Leyen, sin mencionarlo explícitamente, se refirió al caso de Hungría y a sus desavenencias con las políticas de la mayoría de los países que integran el bloque.

“Hoy todos somos conscientes de que debemos luchar por nuestras democracias, todos los días”, afirmó la política alemana. “Debemos protegerlas tanto de las amenazas externas como de los vicios que las corroen desde dentro. La protección del Estado de derecho es el deber y la misión más noble de mi comisión. Por lo tanto, permítanme asegurarles esto: seguiremos insistiendo en la independencia judicial. Y también protegeremos nuestro presupuesto a través del mecanismo de condicionalidad”, dijo en tono enfático Von der Leyen.

Por su parte, desde Budapest, el portavoz del gobierno, Zoltan Kovacs, manifestó: “El gobierno de Orbán está trabajando para cumplir con el mandato que le dio la mayoría de la ciudadanía húngara: hemos estado luchando contra la presión de la inmigración ilegal en nuestras fronteras del sur y manteniendo a los activistas LGBTI fuera de nuestras escuelas para poder proteger a nuestros niños”.