El ataque lanzado por Hamas el sábado en Israel, que dejó cerca de 1.300 muertos y decenas de rehenes, reavivó la violencia en Medio Oriente. A su vez, la respuesta de Israel, con bombardeos y un bloqueo total a la Franja de Gaza, había causado hasta el viernes la muerte de 1.800 palestinos.

Sobre el contexto que enmarca estos ataques y la posibilidad de que el conflicto se expanda a otros países, la diaria conversó con Ezequiel Kopel, periodista argentino que ha sido corresponsal en Israel, Palestina y Egipto, y actualmente trabaja para publicaciones de Medio Oriente. Acerca de esa región, Kopel escribió los libros Medio Oriente, lugar común y La disputa por el control de Medio Oriente.

¿Se podía haber previsto el ataque de Hamas del sábado?

Es la pregunta del millón. Por supuesto que se podía prever si había inteligencia sobre eso. Creo que lo que no había es inteligencia sobre el ataque. Hay una información acerca de que Egipto alertó sobre movimientos sospechosos en la Franja de Gaza y que Israel no le prestó atención. Eso nos recuerda a una falla de seguridad e inteligencia que tuvo Israel en la guerra de Yom Kippur, cuando el monarca jordano avisó días antes que Egipto iba a hacer un ataque sorpresa e Israel no consideró esa información válida o precisa. Creo que ahora hubo un planeamiento de años sobre esta operación que incluyó observar al lado israelí durante un largo período de tiempo; hubo planificación, entrenamiento, un montón de cosas que burlaron a los servicios secretos israelíes. Me imagino que para lograr eso este plan se mantuvo en secreto entre muy poca gente. Estoy convencido de que muchos de los que entraron a Israel en los ataques del sábado fueron avisados horas antes.

¿Por qué ocurrió ahora?

Para mí está parado sobre cuatro ejes. El primero es que 2022 y 2023 son los dos años con más muertos palestinos en Cisjordania desde el fin de la Segunda Intifada, en 2005. Creo que lo que quiere hacer Hamas es, de alguna manera, robar el limitado apoyo de los palestinos que hoy tiene la OLP [Organización para la Liberación de Palestina, a la que responde el gobierno de Cisjordania] y colocarse como el grupo que más puede golpear a los israelíes en este contexto violento. El segundo punto tiene que ver con la violencia de los colonos de Israel en 2023 en Cisjordania. Este año fue el más agresivo. El tercer punto tiene que ver con cambios en el statu quo israelí-árabe en Haram al Sharif [la Explanada de las Mezquitas], el Monte del Templo, donde están la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca, un lugar que los israelíes pueden visitar desde 1967 pero donde no pueden rezar. Desde la llegada del actual gobierno de extrema derecha a Israel, si bien el statu quo no se cambió, la Policía israelí ha permitido que los judíos recen en ese lugar en varias oportunidades. No en las mezquitas, pero sí en el recinto de Haram al Sharif. Esto para los palestinos es casi una declaración de guerra. Es despertar el miedo de que se van a cambiar otras cosas en el statu quo. Y el cuarto punto es la intención de sabotear la negociación entre Arabia Saudita e Israel. Arabia Saudita, si bien no limita con Israel, tiene una vasta red de mezquitas que domina con su dinero. Que Arabia Saudita reconozca a Israel sería un cambio de paradigma total, un cambio de denunciar al Estado hebreo a decir “ya no tenemos más guerra con él”.

¿Qué significa simbólicamente para el gobierno de Israel un golpe como este, con una pérdida tan grande de civiles?

Para mí esto lo convierte, con las fallas de seguridad, en el peor gobierno israelí de toda la historia. Al día de hoy nadie habla de eso, porque la guerra une y la paz divide. Están todos unidos en el conflicto con la Franja de Gaza, se formó un gobierno de unidad nacional. Pero esto significa una terrible falla de inteligencia sobre la que creo que en los años por venir se van a escribir libros. Y alguien, tiendo a pensar que va a ser el primer ministro, va a pagar por esto políticamente, tarde o temprano. Probablemente tarde.

¿En qué medida es posible que la milicia libanesa Hezbollah se involucre en este conflicto?

Creo que hay muchas teorías sobre eso. Incluso yo tengo muchas teorías. Creo que hay tantas explicaciones de por qué Hezbollah no entraría en este conflicto como explicaciones de por qué sí lo haría, abriendo así otro frente en el norte para Israel. Ese sería un escenario más complicado para Israel, porque implicaría tener que luchar en el norte y en el sur, tener otro frente en Cisjordania, y si Irán activa sus milicias en Siria, también tener que luchar en el frente sirio. Pero eso también implica un peligro para los enemigos de Israel. Si Israel se ve acorralado puede llegar a atacar en todos los frentes.

¿Hay posibilidades de que esto ocurra y el conflicto se extienda en la región?

Sería hacer futurología. Creo que hay tantas posibilidades de que sí como de que no, de que por la situación económica de Líbano, que es la peor de la historia, Hezbollah piense bien si hacerlo o no. Yo creo que Hezbollah podría entrar al conflicto cuando crea que le resulta conveniente y que cuenta con todo su poder de fuego. Las armas de Hezbollah son mucho más precisas, mucho más sofisticadas que las de Hamas. Ahora, Hezbollah no va a entrar a la guerra sin el visto bueno de Irán. Porque Hezbollah es el gran brazo de Irán en el mundo árabe.

¿Qué papel pueden jugar las grandes potencias? Estados Unidos, pero también China o Rusia.

Creo que Rusia y China no pueden jugar ningún papel hoy, a pesar de que quieran hacerlo. Porque no tienen la capacidad para frenar a ninguno de los dos lados. No tienen la capacidad para mediar. Estados Unidos en este momento está apoyando al gobierno israelí. El papel para mediar se va a jugar mucho más adelante. Creo que si Israel necesita algo de Estados Unidos en el día de hoy es más armamento para su escudo antimisiles por si se abre un frente en el norte, por la posibilidad de que Hezbollah esté esperando. Está atacando pero poco, está como diciendo “estamos acá, pero todavía no hemos definido entrar en la guerra”.

Si bien Hamas ha sido autor de muchos ataques anteriores, en otros casos no divulgó videos que mostraran imágenes tan duras como las del sábado. ¿Hubo un quiebre en la manera de actuar de Hamas en ese sentido?

Sí. Para mí lo que muestra eso es que hay una división en Hamas entre el liderazgo político y el liderazgo militar. Mi opinión personal es que el liderazgo político que está fuera de la Franja de Gaza no sabía de esta operación. Creo que acá estamos viendo la primacía del aparato militar de Hamas sobre el aparato político. El aparato militar siempre fue mucho más extremista. No es que el aparato político no lo sea, sino que el aparato militar lo es mucho más. Y acá está tratando de lograr la primacía. Incluso hay una particularidad: antes Hamas había secuestrado soldados y civiles, pero no recuerdo que secuestrara mujeres y niños. En esto hubo un cambio. También pienso que Hamas en este momento tiene muchos cautivos en su poder y es muy difícil esconder a tantas personas en un lugar como la Franja de Gaza. Es difícil hacer futurología, pero pienso que en un momento va a querer hacer un intercambio, por lo menos para poder esconderlos mejor. Creo que lo que viene después de toda esta violencia, que no sé cuánto va a durar, días o meses, es una larga negociación por cautivos.

¿Este conflicto puede alterar la división política que atravesaba Israel, más allá de que se haya acordado circunstancialmente un gobierno de unidad para la guerra? ¿Puede incidir a largo plazo?

Yo creo que sí. Hoy no lo podemos ver, pero va a haber seguramente una comisión de investigación sobre lo que pasó el sábado –a Israel le gusta mucho hacer comisiones– y ahí va a haber responsables. Yo creo que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, va a pagar por eso políticamente de alguna manera, aunque sea con menos diputados en la próxima elección. Es una falla de seguridad muy grande. Tengamos en cuenta que en un día, con más de 1.000 muertos, Israel perdió la misma cantidad de personas que en la Segunda Intifada. Hubo una Intifada en un día.

Mientras continúa esta crisis en Gaza, la situación de los palestinos también es crítica en Cisjordania. En un artículo explicabas que la política de Israel allí corresponde con lo que el diario Haaretz calificó como un régimen de apartheid, donde hay un sistema para la población palestina y otro para los israelíes.

Es muy difícil, la gente debate mucho si lo que hay en Cisjordania es apartheid o no. Llámenlo como quieran, pero hay dos sistemas para dos poblaciones del país. Vamos a poner un ejemplo que es muy claro. Estamos en Hebrón, que es la única ciudad palestina donde hay una colonia judía, porque las colonias judías suelen estar afuera, y muchas veces rodean las ciudades. En Hebrón hay una comunidad judía desde hace muchos años. Si un niño colono israelí judío le tira una piedra a un palestino, ese chico no va a prisión. No va a ser detenido por militares y no hay leyes para penarlo porque es menor de edad. Ahora, si un niño palestino le tira una piedra a un soldado israelí, va preso. No hay una equivalencia. Esto es un ejemplo simple, rápido, pero hay muchos más. Hay zonas donde los israelíes pueden vivir y los palestinos no. Dentro de Cisjordania, en las colonias israelíes no pueden entrar palestinos. Hay un montón de lugares donde pasa esto. Por ejemplo, un montón de rutas en las que los palestinos no pueden manejar. Hay permisos de movimiento. Podemos discutir si es apartheid o no, pero si había una característica del régimen de apartheid sudafricano era el permiso de movimiento para la población negra. Hay más de 120 permisos de movimiento para la población palestina. Llámenlo como quieran. No hay, bajo ningún punto de vista, equivalencia entre las dos poblaciones que viven en Cisjordania.

Cisjordania queda ahora fuera del foco de atención porque allí no se da el tipo de conflicto, de enfrentamiento que hay en Gaza. ¿Qué repercusiones puede tener allí lo que está ocurriendo en estos días?

En Cisjordania hay un conflicto enorme. Desde hace años hay violencia. Los últimos dos años son los años con más muertos en Cisjordania, entre militantes armados y civiles. Es casi imposible que no haya actos violentos en Cisjordania si la Franja de Gaza se prende fuego. Porque para los palestinos, aunque Gaza y Cisjordania no estén pegadas, son una unidad. Lo que pasa en Gaza termina repercutiendo en Cisjordania y lo que pasa en Cisjordania repercute en Gaza. También está la situación de que cerca de 8% de la población israelí vive en Cisjordania, en colonias israelíes. Una porción minoritaria de los colonos israelíes es muy violenta, y lo que va a buscar es inflamar la situación, porque lo que ellos buscan es la guerra total para tener más territorio en Cisjordania.

¿Ya hubo alguna reacción de esos colonos?

Sí, ya se vieron imágenes de colonos atacando comunidades palestinas. Y seguramente también va a haber ataques terroristas palestinos en Cisjordania.