El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, descartó el viernes la posibilidad de un alto el fuego en la Franja de Gaza. “Continuamos con todas nuestras fuerzas e Israel se niega a una tregua temporal que no incluya la liberación de nuestros rehenes”, dijo, en referencia a las más de 230 personas que están en manos de Hamas.
“No nos detendremos hasta la victoria”, insistió Netanyahu. Ese triunfo implica “destruir a Hamas, el regreso de los rehenes y el restablecimiento de la seguridad”, dijo, según informó la agencia Efe.
Poco antes, el primer ministro se había reunido en Tel Aviv con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que en varias publicaciones en la red social X manifestó su apoyo a Israel, así como a la solución de dos estados en este conflicto. Blinken también señaló que en una de las reuniones que mantuvo con jerarcas israelíes se discutieron “pasos concretos que pueden y deben darse para proteger a los civiles”.
A diferencia de otros países, que han abogado en Naciones Unidas por un cese del fuego, Estados Unidos defiende la aplicación de “pausas humanitarias”, que se limiten a ciertos territorios o sean temporales. El viernes Blinken argumentó que esas treguas permitirían un rescate más seguro de los rehenes, la evacuación de palestinos heridos y de extranjeros y el ingreso de más ayuda humanitaria a Gaza.
Antes de llegar a Israel, en su tercera visita desde que comenzó la guerra actual, Blinken afirmó que Washington está decidido a evitar “una escalada” en el conflicto, “ya sea en el sur de Líbano, Cisjordania o en cualquier otro lugar de la región”. Afirmó que se “está asegurando de que este mensaje llegue”.
Sobre las tensiones en la frontera con Líbano, el viernes el líder de la milicia chiita libanesa Hezbolá, Hasán Nasrala, dijo que el avance de la situación dependerá de Israel. “El frente de Líbano y su escalada dependen de dos cosas: la primera es el desarrollo de los acontecimientos en Gaza y la segunda es cómo se comporte el enemigo sionista hacia Líbano”, afirmó en un discurso público que había sido anunciado con antelación.
Nasrala no descartó que los ataques que han intercambiado en las últimas semanas Israel y Hezbolá en la frontera libanesa puedan terminar causando una “guerra extensa”. Por el contrario, advirtió que “esto puede suceder y tienen que tenerlo en cuenta”. Las posibilidades “en el frente del Líbano están abiertas, sobre la mesa y podemos recurrir a ellas en cualquier momento”, dijo.
Sobre los ataques de Hamas a Israel del 7 de octubre, Nasrala dijo que “esta gran y sagrada batalla fue cien por ciento palestina y los que la llevaron a cabo la ocultaron a otras facciones palestinas y fuerzas en la región”, según citó la agencia Europa Press. De todos modos, Nasrala agregó que Hezbolá “se unió a la batalla desde el 8 de octubre”.
Por eso, dijo, “la mitad de las capacidades navales de Israel están frente a Líbano y Haifa. La mitad de los sistemas de defensa antimisiles de Israel están dirigidos hacia Líbano. Esto son frutos directos de la batalla en nuestras fronteras”.