El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió esta semana a su par chino, Xi Jinping, en una visita de tres días en Moscú. Durante el encuentro los dos gobernantes mostraron sus coincidencias, hicieron un llamamiento a promover un “mundo multipolar” y se comprometieron a trabajar para “salvaguardar el sistema internacional” y las Naciones Unidas.
Los dos presidentes, que se reunieron durante varias horas el lunes y el martes en la capital rusa, se comprometieron a “seguir profundizando en la confianza militar mutua”. Por otra parte, manifestaron su “seria preocupación” por el “continuo fortalecimiento de los lazos militares de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] con los países de Asia-Pacífico” y señalaron que “se oponen a que fuerzas militares externas socaven la paz y la estabilidad regionales”, según citó CNN.
Putin y Xi se refirieron también a la guerra de Ucrania. Pidieron el cese de las acciones que “aumentan las tensiones” y “prolongan” el conflicto, y llamaron a la OTAN a “respetar la soberanía, la seguridad y los intereses” de otros países. Este último punto está alineado con el plan de paz que presentó China para terminar con la guerra. Esa iniciativa llama a tomar en cuenta las preocupaciones de los países por su seguridad, en alusión a Rusia y su rechazo a una expansión de la OTAN hacia el este europeo.
El plan de paz de China, presentado el 24 de febrero, a un año de la invasión de Ucrania, fue cuestionado por Europa y Estados Unidos. Señalaron que no exige la retirada de las tropas rusas de Ucrania, pese a que reconoce la integridad territorial de los países. Al respecto, después de reunirse con Xi, Putin dijo que “muchas de las disposiciones” del plan podrían “tomarse como base” para un acuerdo de paz “cuando Occidente y Kiev estén preparados para ello”.
Por su parte, Xi abogó por lograr la paz “mediante el diálogo” y afirmó: “Estamos firmemente comprometidos con los principios de la Carta de la ONU, mantenemos una postura objetiva e imparcial”. También en la declaración que firmaron los dos presidentes se reivindica un “diálogo responsable” para solucionar la “crisis ucraniana” y, por otra parte, se rechazan “todas las sanciones unilaterales”.
La visita de Xi tuvo lugar días después de que la Corte Penal Internacional pidiera la detención de Putin por sospechas de que cometió crímenes contra la humanidad en Ucrania, pero los gobernantes no aludieron a esa decisión. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo el lunes que “la Corte Penal Internacional debería mantener una postura objetiva e imparcial, respetar la inmunidad jurisdiccional de la que gozan los jefes de Estado conforme al derecho internacional, ejercer sus facultades con prudencia y según la ley, interpretar y aplicar el derecho internacional de buena fe y evitar la politización y los dobles raseros”.
Putin y Xi tampoco se refirieron al plan de paz que Ucrania presentó en noviembre, que está compuesto por diez puntos, entre ellos la retirada de las tropas rusas del país. Según comunicó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, “el plan de paz ucraniano no se abordó” y es un asunto que deberían tratar China y Ucrania. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha manifestado desde el aniversario de la invasión que le gustaría mantener una reunión bilateral con Xi; sin embargo, hasta ahora no ha tenido lugar ese encuentro.
El jueves la Unión Europea reiteró durante una cumbre su apoyo al plan de paz propuesto por Ucrania, que incluye también la devolución de territorios anexados por Rusia y la creación de un tribunal para juzgar los crímenes de guerra.
Objetivos económicos
El encuentro entre los presidentes de Rusia y China también tuvo una agenda económica. Putin dijo que está dispuesto a apoyar a las empresas chinas “en sustitución de las empresas occidentales” que se alejaron de Rusia a partir de la invasión a Ucrania, señaló CNN. En este marco, los dos gobernantes anunciaron que “construirán una asociación energética más estrecha, apoyando a las empresas de ambos países para avanzar en proyectos de cooperación en petróleo, gas, carbón, electricidad y energía nuclear”.
El presidente ruso anunció que se llegó a un acuerdo para impulsar las exportaciones de gas de su país a China, incluida “la puesta en práctica de la iniciativa de construir el gasoducto Fuerza de Siberia 2 a través del territorio de Mongolia”. En la declaración conjunta se dejó constancia de que se promoverá “la investigación y la consulta” vinculadas con ese proyecto.
El acuerdo se alcanzó durante una reunión de las delegaciones de los dos países, en paralelo al encuentro entre Putin y Xi. “Cuando entre en servicio”, ese gasoducto de 2.600 kilómetros podrá conducir hasta “50.000 millones de metros cúbicos de gas” al año, dijo el presidente ruso, según citó AFP. La agencia francesa señaló que se trata de una cantidad similar a la que transportaría el gasoducto Nord Stream 1, que llevaba gas ruso a Europa por el mar Báltico, y que dejó de funcionar en setiembre, cuando sufrió un sabotaje.
Putin dijo que Rusia tiene capacidad de cubrir “la demanda creciente de China en energía” y agregó que la empresa estatal Gazprom “logró el lunes un nuevo récord histórico para el suministro diario de gas a China”.
“La cooperación comercial y económica es una prioridad en las relaciones entre Rusia y China”, afirmó Putin, y manifestó su expectativa de que este año el intercambio entre los dos países supere los 200.000 millones de dólares, por encima de los 185.000 millones de 2022.
“Acabamos de mantener unas negociaciones muy francas, amistosas y productivas”, dijo Xi, de acuerdo con la agencia Efe. Afirmó que Rusia y China intensificarán el comercio de hidrocarburos y la cooperación económica.
Por su parte, Putin manifestó que los dos países “están unidos por unas fuertes relaciones de buena vecindad, de asistencia mutua, de amistad entre los pueblos y de diálogo activo a todos los niveles”. Agregó que esto les permite “hallar soluciones a todos los problemas [...] y mantener la agenda internacional bajo control”.
Ucrania y la Corte Penal Internacional acuerdan instalar una oficina en ese país
El fiscal general ucraniano, Andriy Kostin, y el secretario de la Corte Penal Internacional, Peter Lewis, acordaron en La Haya establecer una oficina del tribunal en Ucrania para investigar los crímenes cometidos a partir de la invasión rusa.
“Creo firmemente que la apertura de esta oficina de la Corte Penal Internacional en Ucrania marca el comienzo de un nuevo capítulo en nuestra estrecha cooperación con la corte. Esto es sólo un comienzo, un buen comienzo, y estoy convencido de que no nos detendremos hasta que todos los autores de los crímenes internacionales cometidos en Ucrania sean llevados ante la Justicia, independientemente de su posición política o militar”, dijo Kostin, según citó la agencia Efe. A su vez, Lewis agradeció a Ucrania “la cooperación, el apoyo y la asistencia recibida”.
Ucrania todavía no ratificó el Estatuto de Roma, pero aceptó la jurisdicción de la corte en dos declaraciones, de 2014 y 2015, por lo que ese tribunal puede “identificar y juzgar a los perpetradores y sus cómplices de actos cometidos en el territorio de Ucrania desde el 20 febrero de 2014”.