En un mensaje emitido por cadena nacional en la noche del sábado, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció la adopción de medidas urgentes de parte del gobierno frente a los hechos delictivos registrados en el país y ante el “enemigo en común” que constituyen “la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado”.
Según informó el diario El Comercio de Quito, una de las medidas es la modificación del decreto que permite la tenencia y el porte de armas. “Se autoriza la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal de acuerdo con los requisitos de ley y el reglamento”, dijo Lasso en su mensaje, y agregó que también está permitido el uso de aerosoles de gas pimienta para defensa personal.
El mandatario indicó que otra medida que entrará en vigor es que “los guardias de seguridad privada apoyarán a la policía nacional en las labores de vigilancia y seguridad, portando sus armas en los alrededores de sus puestos de trabajo”.
La adopción de estas medidas se tomó en el marco de una ola de asesinatos protagonizada por organizaciones delictivas, mayoritariamente de narcotraficantes, a la vez que el presidente atraviesa una compleja realidad política, con un juicio político en su contra por corrupción que es factible que sea aprobado en la Asamblea Nacional, el Parlamento ecuatoriano.
Lasso informó además que a partir de este domingo comenzó a regir el estado de excepción en la ciudad de Guayaquil y en dos populosas localidades vecinas, Durán y Samborondón. Lo mismo sucederá en dos provincias del país, Santa Elena, ubicada en la costa, y Los Ríos, en el centro del territorio ecuatoriano.
“Para el Gobierno del Ecuador su paz y tranquilidad son vitales. Por eso, creamos la Cruzada por tu seguridad, estrategia que combina todas las fuerzas del orden (Fuerzas Armadas, Policía Nacional e Inteligencia), en favor de su seguridad, paz y tranquilidad”, dijo el jefe del Ejecutivo.
Ecuador está ubicado entre Colombia y Perú, los dos mayores productores de cocaína del mundo, por lo que desde hace años viene siendo un lugar de intenso tránsito de drogas.
El año pasado, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga, Ecuador fue el tercer país del mundo en el que se realizaron más incautaciones de estupefacientes, únicamente por detrás de Colombia y Estados Unidos.
La situación de inseguridad y violencia es particularmente significativa en Guayaquil, la mayor ciudad en importancia económica del país, ya que desde su importante puerto parte mucha de la droga que va desde Sudamérica con destino a Estados Unidos.
De acuerdo a datos oficiales, la tasa de homicidios en Guayaquil es de 17,43 por cada 100.000 habitantes. Solo en el primer trimestre de este año, la cifra de asesinatos intencionales en la ciudad fue de 555.
La decisión de Lasso generó muchas reacciones, una de ellas de parte de uno de sus principales adversarios políticos, el expresidente Rafael Correa.
“Según un inepto desalmado como Lasso, la ‘guerra’ es ciudadanos-delincuentes y no Estado-delincuencia... ¡Por eso el porte de armas! La solución es que, con excepción de la fuerza pública, nadie porte armas, empezando por los delincuentes, y eso es posible. Ya lo hicimos”, escribió Correa en su cuenta de Twitter. En otro tuit, consignado por la BBC, Correa escribió: “Sí, morirán algunos delincuentes, pero ya verán cuántos inocentes”.
La decisión de Lasso además se dio pocas horas después de que el viernes se confirmara el hallazgo del cadáver de Rubén Cherres, un empresario muy allegado a Danilo Carrera, el cuñado del presidente, quien es señalado como el principal artífice de la trama de corrupción en las empresas públicas que motivó el juicio político contra el mandatario.
Según informó la Policía ecuatoriana, Cherres fue asesinado junto a otras tres personas en una casa situada en Punta Blanca, un exclusivo balneario ubicado en la provincia de Santa Elena, sobre las costas de Océano Pacífico.
Juan Zapata, ministro del Interior, dijo en una conferencia consignada por el portal digital Primicias que tanto Cherres como las otras tres personas que fueron asesinadas en el lugar, dos hombres y una mujer, presentaban signos de tortura, por lo que hay varias líneas de investigación.
Cherres tenía dos antecedentes por narcotráfico de los años 1999 y 2014 y se lo vinculaba con una organización delictiva albanesa que opera en Ecuador.