Donald Trump cuestionó el viernes la imputación que un gran jurado de Nueva York votó el jueves en su contra. El expresidente está acusado de hacer un pago irregular a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de que no hablara sobre la relación que ambos mantuvieron años atrás. El pago a Daniels, de 130.000 dólares, fue hecho durante la campaña electoral de 2016 por un abogado y asesor de Trump, Michael Cohen, pero luego la Casa Blanca le reembolsó el monto.

“El juez 'asignado' a mi caza de brujas [...] me odia”, escribió Trump en su red social, Truth Social, y acusó al magistrado, Juan Manuel Marchán, de haber “intimidado” a quien fuera su director financiero, Allen Weisselberg, para que aceptara un acuerdo de culpabilidad. Trump recordó además que él es el primer presidente de su país en ser imputado y dijo que no puede tener un juicio justo en Nueva York.

“La población estadounidense no tolerará esta injusticia”, dijo el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, y acusó al fiscal Alvin Bragg de “abuso de poder”. También apuntó contra Bragg otro republicano, el congresista George Santos. “Instrumentalizar el sistema judicial para ir en contra de un rival es un claro peligro para nuestro país y nuestra democracia”, dijo. “Alvin Bragg debería centrarse en perseguir el crimen en Nueva York, no en ejecutar una caza de brujas política”, agregó. “La idea de que un expresidente sea imputado por primera vez en la historia de Estados Unidos por un caso de financiación en campaña huele a persecución política”, dijo a su vez el exvicepresidente Mike Pence.

En cambio, los demócratas insistieron en que “nadie está por encima de la ley”, y el presidente Joe Biden se negó a hacer comentarios sobre la imputación.