En su visita de tres días a China, el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, se reunió el viernes con su par Xi Jinping, que lo recibió con honores en el Gran Palacio del Pueblo. “Tenemos intereses comunes y China va a dar prioridad a nuestras relaciones amistosas”, dijo Xi al comienzo de la reunión. “Esta es una relación que beneficiará a ambos y la apertura de China traerá oportunidades para todos”, agregó.
A su vez, Lula declaró su voluntad de que el vínculo entre ambos países “trascienda más allá de lo comercial y que sea profundo, fuerte”. Se refirió a la voluntad de que abarque asuntos como el cambio climático, el uso de energías limpias, la tecnología y los esfuerzos para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.
Según informó la agencia Efe, Lula también se refirió a su visita a un centro de investigación y desarrollo de Huawei, empresa que enfrenta sanciones de Estados Unidos, y afirmó: “La visita a Huawei es una demostración de que queremos decirle al mundo que no tenemos prejuicios en nuestra relación con China”.
Durante su encuentro, los dos gobernantes coincidieron en destacar que el diálogo es necesario para buscar una salida a la “crisis de Ucrania” y llamaron a apoyar los esfuerzos en esa dirección. Lula se refirió al plan de paz que presentó China en febrero, al cumplirse un año de la invasión de Rusia a Ucrania, y afirmó: “Brasil ha recibido positivamente la propuesta china, que ofrece reflexiones contundentes en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis de Ucrania”.
El plan presentado por China pide “una solución política”, se opone a las sanciones contra Rusia y defiende las “legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes”. La iniciativa fue cuestionada por la Unión Europea porque entiende que coloca en un mismo plano “al agresor y al agredido”. Por su parte, Estados Unidos la criticó porque la consideró más una declaración de principios que un plan de paz. Pero Rusia le dio la bienvenida a la propuesta y Ucrania destacó que reconoce la integridad territorial de los países.
En la declaración conjunta emitida el viernes en Pekín, también se destacan “los esfuerzos” de Brasil para logar la paz y se llama a los demás países a desempeñar un “papel constructivo” en este conflicto.
Acerca de las críticas que ha recibido por su acercamiento a China, Lula ha dicho que “nadie puede prohibir a Brasil” que mejore las relaciones con un país que ha sido su socio estratégico. “Queremos decir al mundo que no tenemos prejuicios en nuestras relaciones con los chinos. Nadie nos va a prohibir que Brasil mejore sus vínculos con China”, insistió el presidente brasileño durante su encuentro con Xi, según citó la agencia Europa Press.
“Contamos con China en nuestra lucha por la preservación del planeta, en la defensa de una política climática más saludable, con la que podamos respirar aire puro y beber agua más limpia. Por eso es extremadamente importante una transición energética para que podemos producir energía más limpia”, dijo Lula durante su visita. En el documento conjunto, los dos países se comprometen a “fortalecer la cooperación en los campos de protección ambiental” y a “hacer frente al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad”.
Los dos presidentes señalan que “la situación internacional está enfrentándose a cambios” y que se debe “trabajar para promover los valores comunes de toda la humanidad”. También pone énfasis en el “papel central” de las Naciones Unidas en el sistema internacional y reafirma el compromiso de ambos países de “promover la democratización de las relaciones internacionales y practicar el multilateralismo”.
Por otra parte, en la declaración conjunta que firmaron los dos presidentes destacan la idea de fortalecer el comercio en divisas locales, no sólo en dólares. Incluso antes del encuentro, Lula había cuestionado por qué los países “están obligados” a comerciar en dólares y se preguntó si no era hora de “innovar” al respecto. Consideró que el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, que desde esta semana tiene en su jefatura a la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, es una institución desde la que se podrá comerciar y financiar en monedas locales.
Los dos países declararon su apoyo al “sistema multilateral comercial centrado en la Organización Mundial del Comercio” y su voluntad de impulsar “una globalización económica más abierta, inclusiva y equilibrada”.
De acuerdo con Efe, Lula tenía previsto dar una conferencia de prensa en la embajada de Brasil en Pekín, pero la canceló. El embajador brasileño en China, Marcos Galvão, informó de la cancelación, pidió disculpas y agregó: “La visita de Lula habla por sí misma”. El presidente brasileño visitó el país acompañado por ocho ministros, cinco gobernadores y más de 200 empresarios.