El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, comunicó el viernes en Twitter que conversó telefónicamente con Vladimir Putin y dijo que declinó la invitación de su par ruso para asistir a la edición del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se celebrará en junio. En la misma conversación, reafirmó su voluntad de mediar en un proceso de paz entre Rusia y Ucrania. “Respondí que no puedo ir a Rusia en este momento, pero reiteré la disposición de Brasil, junto con India, Indonesia y China, de conversar con ambos lados del conflicto en busca de la paz”, dijo Lula.

El Kremlin manifestó en un comunicado que Lula “expuso su visión sobre posibles esfuerzos mediadores en busca de vías de arreglo del conflicto en Ucrania”. A su vez, según el texto, Putin transmitió su disposición al diálogo “que es actualmente bloqueado por Kiev y sus patrocinadores occidentales”.

Sobre el mismo asunto, Lula trató el jueves en una conversación telefónica con Xi Jinping, el presidente de China, que también impulsa un plan de paz. El viernes, un representante del gobierno chino, el enviado especial para asuntos euroasiáticos, Li Hui, se reunió con el canciller ruso, Sergei Lavrov, para conversar sobre una solución “diplomática” a la guerra en Ucrania. También Lavrov dijo después del encuentro que los “aliados occidentales” de Kiev se oponen a una solución de ese tipo y que la propia Ucrania plantea “graves obstáculos”.

El canciller ruso agradeció a China por su “postura equilibrada” en este conflicto y luego comunicó que en el encuentro “ambas partes han mostrado su disposición a reforzar la cooperación para mantener la paz y la estabilidad en la región y en todo el mundo”, según citó Europa Press.

El mismo día en que se desarrollaba este diálogo, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, advertía que el conflicto en Ucrania puede durar décadas. “Esta es una nueva realidad, nuevas condiciones de vida”, dijo a periodistas durante una visita a Vietnam. Estimó que “habrá tres años de tregua, dos años de conflicto, y todo volverá a repetirse”. A su entender, “es necesario destruir la naturaleza misma del poder nazi en Kiev”, publicó la agencia rusa TASS.

Otra iniciativa para la paz en Ucrania surgió semanas atrás en el Vaticano. El viernes, ante periodistas, el secretario de Estado, Pietro Parolin, dijo que el único interlocutor en ese plan será el cardenal italiano Matteo Zuppi, a quien el papa Francisco encargó reunirse con Putin y con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. De acuerdo con Europa Press, Rusia valoró esta iniciativa del Vaticano, aunque señaló que desconoce los detalles del plan de paz y que tampoco se ha definido una fecha de viaje de Zuppi a Moscú.

Por su parte, Zelenski, al igual que Medvedev, usaba el viernes palabras duras para referirse al conflicto. “Debemos derrotar a estos inhumanos de forma irrevocable y lo antes posible”, dijo, después de que un ataque ruso dejara dos civiles muertos y una veintena de heridos en una clínica y un centro veterinario de la ciudad de Dnipró. Según comunicaron las autoridades, podría haber más víctimas bajo los escombros, informó la agencia Efe. “Los terroristas rusos confirman una vez más su condición de combatientes contra todo lo humano y lo honrado”, agregó Zelenski.

Además de los ataques en Dnipró, los combates se concentraban este viernes en Kiev, donde Rusia lanzó distintos tipos de misiles y drones de combate iraníes, y en regiones fronterizas de Rusia, como Bélgorod, que fue la zona más golpeada. Su gobernador, Viacheslav Gladkov, denunció que se lanzó desde Ucrania un ataque masivo contra la región y que la ofensiva con drones explosivos, disparos de artillería y fuego de morteros impactó en un puesto de control fronterizo, casas y negocios.