Más fortalecido que nunca por los resultados de los comicios generales del domingo, la Asociación Nacional Republicana (ANR), el Partido Colorado, tiene muchos motivos para celebrar, más allá de la elección de Santiago Peña como nuevo presidente paraguayo, cargo que asumirá el 15 de agosto.
Con casi la totalidad de los votos escrutados, los colorados sumaron 42,74% de los apoyos, la Concertación que lideraba el liberal Efraín Alegre el 27,48% y tercero, con 22,91% se ubicó el candidato antisistema Paraguayo Cubas, líder del partido Cruzada Nacional.
Estos números significaron un crecimiento de los colorados, que a partir del comienzo de la próxima legislatura tendrán mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso, lo cual les permitirá aprobar o rechazar leyes, e incluso sancionar o destituir diputados sin la necesidad de recurrir a los apoyos de otras formaciones.
En el Senado, los derechistas de la ANR actualmente tienen 17 bancas de un total de 45, y saltarán a 23. Mientras que, en diputados, de los 80 escaños los colorados ahora cuentan con 42 y pasarán a tener 48 bancas.
En la noche del domingo, mientras los ganadores celebraban con el futuro presidente pegado a su padrino político, el exmandatario Horacio Cartes, líder del Partido Colorado, Efraín Alegre, representante del Partido Liberal Radical Auténtico y candidato de la coalición opositora, reconoció la derrota y pidió que en las próximas elecciones haya un verdadero compromiso de toda la oposición para poder ir unida contra la ANR.
Pero, así como la jornada del domingo fue de festejos no sólo para los colorados, sino también para Paraguayos Cubas, tercero en la contienda y cuyo espacio político pasará a tener una fuerte presencia en el Parlamento, fue un día profundamente oscuro para los progresistas.
Dividido electoralmente y con su principal figura, el expresidente Fernando Lugo, fuera de competencia luego del accidente cerebrovascular que sufrió en agosto del año pasado, el izquierdista Frente Guasú fue el gran perdedor de estas elecciones. El partido que cuenta ahora con ocho senadores logró conservar únicamente un escaño, que lo ocupará Esperanza Martínez. Esta situación generó que desde el sector se expresara pena y que también se hiciera una autocrítica sobre las circunstancias que llevaron a la debacle electoral.
El senador Hugo Richer del Frente Guasú expresó que “con dignidad hay que aceptar la derrota y comenzar el proceso de reconstrucción”. “Yo esperaba una disminución en la votación del Frente Guasú, pero no esperaba este resultado. Es un golpe muy duro y hay que verlo desde esa perspectiva”, afirmó Richer a la Radio Monumental.
En estas elecciones, una parte del Frente Guasú se sumó a la coalición liderada por Alegre, pero otros líderes del sector decidieron no acompañar esta opción. Uno de ellos fue el senador Jorge Querey, que se presentó a la vicepresidencia por el Movimiento La Nueva República que tuvo como principal candidato a Euclides Acevedo, un político de larga trayectoria, que, aunque siempre militó en contra del Partido Colorado, ocupó cargos ministeriales durante el actual gobierno. Esta fórmula quedó en cuarto lugar, con 1,36% de los votos.
El lunes, en declaraciones consignadas por el diario Última Hora, Querey dijo que los resultados del domingo marcaron el cierre de un ciclo del progresismo que se inició con Fernando Lugo en 2008. En ese sentido, señaló que son conscientes de la existencia de una maquinaria dispuesta a neutralizar el crecimiento del progresismo.
“Podemos estar hablando del cierre de un ciclo del progresismo, que empezó en el 2008. Vamos a tener que replantear de una manera importante cómo intervenimos y presentamos esta alternativa antisistema, que está representada por un sector de derecha y conservador como el de Paraguayo Cubas”, afirmó.