El dato de la inflación de agosto en Argentina, que fue de 12,4%, el más alto en tres décadas, se conoció en medio de una serie de anuncios con los que el ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, buscaba llevar alivio a los bolsillos de trabajadores y jubilados.
Para la oposición, ese porcentaje, que implica una suba interanual de 124,4%, fue un argumento de campaña. “Una vergüenza. No es sólo inflación, es el número que resume la tragedia que nos dejan Massa y el kirchnerismo”, escribió en sus redes sociales la candidata a la presidencia de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
Sin embargo, Massa atribuyó esta suba de la inflación al acuerdo que el gobierno de Mauricio Macri firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “El mes de agosto probablemente haya sido el que más golpeó con la inflación el bolsillo de los argentinos”, admitió el ministro. “La decisión del FMI de imponerle a la Argentina una devaluación del 20% de nuestra moneda, producto de aquel acuerdo firmado en 2018 por el presidente Mauricio Macri para financiar la fuga de capitales y provocando un endeudamiento terrible para la Argentina, sabíamos que iba a golpear el bolsillo de todas las familias argentinas”, agregó.
Massa dijo que el Estado está “tomando la iniciativa de devolverles” a las familias “el esfuerzo que tienen que hacer todos para llegar a fin de mes”, y en ese marco incluyó el anuncio sobre un programa de devolución del IVA que beneficiará a trabajadores, jubilados y monotributistas que no tengan otro ingreso, así como a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.
La devolución del IVA abarcará a quienes cobren salarios de hasta 708.000 pesos argentinos, unos 77.000 pesos uruguayos, y se acreditará automáticamente a las 48 horas de hacer una compra de alimentos, bebidas y productos de higiene con tarjeta de débito. Podrá ser devuelto un máximo de 18.800 pesos argentinos, unos 2.000 pesos uruguayos.
El ministro también anunció un programa de créditos para trabajadores dependientes, un proyecto de ley que aumenta la inversión educativa del Estado a 8%, y la apertura del Registro Único de Solicitantes de Lotes, en el que se pueden inscribir las personas y familias que necesitan acceso a un terreno para construir su vivienda o desarrollar actividades agrícolas. “Tenemos que dar el primer paso de una manera efectiva hacia millones de argentinos que hoy no tienen la posibilidad de desarrollar su propio programa de agricultura familiar y mucho menos de tener su propio lote. Cada argentino en su lote es la consigna de los próximos cuatro años”, dijo el candidato. El plan contempla la adjudicación de un millón de terrenos.
Un día antes, Massa había anunciado un proyecto para aumentar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, con el que pasaría de aplicarse a quienes cobran más de 700.857 pesos argentinos a gravar sólo a aquellos que perciben más de 1.770.000, es decir, de 76.000 a 193.500 pesos uruguayos. El ministro recordó que en 2015 se había opuesto a ese impuesto y ratificó su opinión.
Si el Congreso aprueba este aumento en el mínimo imponible el impuesto sólo abarcará a unas 90.000 personas. Quienes lo paguen, según el proyecto oficialista, verán gravado el monto de su sueldo que exceda esa cifra –que es equivalente a 15 salarios mínimos–, por un porcentaje progresivo que va de 27% a 35%.
“Mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario y el ingreso en Argentina”, dijo Massa, y pidió a los votantes: “Hagamos todo el esfuerzo posible para construir el 22 de octubre el triunfo de los trabajadores, el triunfo de la Argentina, el triunfo del peronismo, el triunfo del futuro. Depende de ustedes”.