El jueves, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, comparecerá ante el Parlamento de la comunidad autónoma cuyo Ejecutivo encabeza para dar a los legisladores las explicaciones sobre su accionar en el marco de la depresión aislada en niveles altos (DANA), que causó las peores inundaciones en la región en cuatro décadas y provocó la muerte de 214 personas.
Desde que se produjo la catástrofe, el martes 29 de octubre, Mazón, integrante del Partido Popular (PP), viene siendo acusado de actuar con negligencia, ya que los sistemas de alerta fallaron y cuando dieron aviso a la población ya era demasiado tarde.
El dirigente regional ha acusado al gobierno central por las demoras, pero lo cierto es que él mismo se contradijo muchas veces sobre lo que hizo en esas horas, en las que era esperado en la sede del gobierno para dar directivas.
La indignación popular se reflejó en un acto masivo el sábado en la ciudad de Valencia, al que asistieron más de 100.000 personas que reclamaron la renuncia de Mazón.
De acuerdo a lo que consignó el portal Público, entre los numerosos carteles que apuntaban a los responsables políticos, muchos señalaban a Mazón, como, por ejemplo, uno que decía “¿Dónde estabas entonces?”, en referencia a que el mandatario autonómico mantuviese su agenda pública prevista para ese día y una comida posterior hasta las 18.00 con una periodista para ofrecerle la dirección de la radiotelevisión pública valenciana.
De acuerdo a lo que se sabe hasta el momento, Mazón vivió desde el Palau de la Generalitat las primeras señales del desastre, después de tres reuniones ajenas a la gestión de la emergencia y de la mencionada comida con una periodista en un restaurante en el que el político asegura que “no había cobertura”. Reconstruir los pasos de Mazón por esas horas es clave para saber qué falló en la actuación de emergencias y en los protocolos de protección ante las inundaciones.
La enorme manifestación del sábado en Valencia se cerró con la lectura de un manifiesto en la puerta de la Presidencia del Palau de la Generalitat, en el que se detalló la cronología de los hechos acontecidos el 29 de octubre para culpar al Consell presidido por Mazón de la tragedia.
Pero, más allá de la eventual renuncia o no de Mazón, muchos ciudadanos no se conforman con ese paso, sino que quieren ver al presidente autonómico en la cárcel por sus posibles responsabilidades penales en la gestión de la lluvia torrencial y las riadas.
Varios medios españoles informaron además que cuando la manifestación se estaba dispersando por las calles de Valencia se produjeron incidentes con la Policía.
Además de la de Valencia, el sábado también hubo movilizaciones mucho más pequeñas en Alicante, ciudad que también está en la Comunidad Valenciana, así como también en Madrid.
Desde el punto de vista político, la situación de Mazón es extremadamente comprometida, aunque sigue contando con el apoyo del PP, que pretende echar las responsabilidades sobre el gobierno central que encabeza el presidente Pedro Sánchez.
En una conferencia de prensa que ofreció este domingo en la sede del partido opositor en su sede de la calle Génova, en Madrid, el vicesecretario de Economía del sector, Juan Bravo, defendió la posición de Mazón, de quien dijo que siempre “ha estado dando la cara”, a la vez que se solidarizó con la desgracia que está viviendo el pueblo valenciano.
“El Partido Popular está con los valencianos y con su presidente, con el presidente Mazón. Un presidente que ha estado dando la cara en todo momento frente al Gobierno de España, que renunció a ponerse al frente de la mayor emergencia nacional que se ha producido en España”, expresó Bravo, según lo que consignó el diario.es. “La sociedad valenciana está pasando por un momento muy muy difícil”. “Somos conscientes y acompañamos y compartimos el dolor. Muchos son los valencianos que se han sentido solos y abandonados. Nuestro compromiso es trabajar, seguir trabajando hasta resolver esta situación”, remarcó.
Desde el gobierno central se está actuando con cautela y, mientras se siguen diseñando medidas para ayudar a las decenas de miles de afectados por las inundaciones, se evita pedir responsabilidades políticas, al menos por el momento.
Así lo expresó el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, integrante del oficialista Partido Socialista Obrero Español. “Ante debates que seguramente se producirán en el momento oportuno, hoy sería un absoluto error no centrarnos en recuperar las calles de todos los municipios, en sacar el lodo, en responder a la situación de salubridad, reponer la electricidad de todas las viviendas, en que tengan gas, porque llegan días fríos, en prever las situaciones atmosféricas y que las ayudas lleguen cuanto antes”, declaró Torres, según informó El País de Madrid.