En una intervención desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este domingo la apertura de una investigación independiente para determinar cómo ocurrió exactamente el atentado perpetrado contra el exmandatario Donald Trump en la localidad de Butler, en el estado de Pensilvania.
El mandatario demócrata de 81 años también llamó a la ciudadanía a no sacar conclusiones apresuradas sobre lo ocurrido y dejar trabajar al FBI. “Un intento de asesinato es contrario a todo lo que defendemos como nación”, expresó Biden, de acuerdo a lo que recogió El País de Madrid.
El presidente estadounidense también llamó a la unidad y comentó que tuvo una breve conversación con Trump luego de los episodios del sábado, en los que el magnate fue aparentemente rozado por una bala que le lesionó la parte superior de la oreja derecha.
“Debemos unirnos como una nación para demostrar quiénes somos. La unidad es el objetivo más difícil de alcanzar, pero nada es más importante ahora”, dijo Biden, que agregó que la charla con su principal adversario político fue “breve pero buena”.
Hasta el momento, las autoridades lograron determinar que el autor de los disparos fue un joven de 20 años, Thomas Matthew Crooks, quien fue asesinado por francotiradores instantes después de efectuar los disparos que alcanzaron a Trump, hirieron de gravedad a dos personas y mataron a una, identificada como Corey Comperatore (un exjefe de bomberos de 50 años que había concurrido al evento junto a su familia).
Este domingo voceros del FBI dijeron que encontraron material para fabricar explosivos en el auto y en la vivienda de Crooks, quien de acuerdo a las versiones preliminares, habría actuado en solitario sin la colaboración de nadie. The Wall Street Journal informó, además, que el arma que usó el joven para el ataque se la había comprado su padre.
Rápidamente recuperado luego del ataque que sufrió, Trump viajó en la tarde del domingo hacia la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin, donde el lunes comenzará la convención del Partido Republicano que lo proclamará oficialmente como candidato del sector para las elecciones de noviembre.
En un mensaje publicado en Truth —la red social que fundó— Trump dijo que pensó en retrasar su llegada a la convención, pero que finalmente decidió seguir con el plan original.
“No puedo permitir que un asesino potencial me obligue a cambiar la programación o cualquier otra cosa”, escribió el expresidente de 78 años, quien de acuerdo a todas las encuestas va adelante en la carrera electoral. El intento de magnicidio del sábado llegó en un momento de altísima crispación política en Estados Unidos, algo que se reflejó en las reacciones en los medios y en las redes sociales, al mismo tiempo que las pantallas replicaban la imagen —ya icónica— de Trump, herido y arengando a la multitud.
Rápidamente, legisladores y dirigentes republicanos acusaron a los demócratas de lo ocurrido por demonizar al exmandatario. En esta línea, el senador por el estado de Ohio James David Vance, uno de los potenciales candidatos a la vicepresidencia del Partido Republicano, escribió en su cuenta de X: “La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa. Esa retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump”.
Como era de esperar, dadas las circunstancias, casi toda la ira y las acusaciones provinieron de los seguidores de Trump. Pero, de todos modos, de acuerdo a lo que consignó el portal estadounidense, también el episodio generó numerosas reacciones de parte de los más fervientes opositores del expresidente.
Uno de ellos, el exfuncionario republicano Bruce Bartlett, quien trabajó asesorando a los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush (padre), pero luego se alejó del sector y se ha convertido en un duro crítico de Trump, fue uno de los muchos en invocar el incendio del Reichstag, hecho perpetrado en Berlín en 1933, considerado clave en la consolidación del gobierno de los nazis en Alemania.
“Apuesto a que está planeando el equivalente estadounidense del incendio del Reichstag para justificar la violencia contra la izquierda”, había escrito la semana pasada Bartlett, quien instantes después del tiroteo expresó: “Parece que acabamos de sufrir el incendio del Reichstag”.