Un ataque a tiros contra una multitud que se encontraba en la playa Bondi, la más famosa de la ciudad australiana de Sídney, terminó este domingo con 16 personas muertas y 38 heridas, de acuerdo a cifras oficiales.
El comisario de policía del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, Mal Lanyon, afirmó que más de 1.000 personas se encontraban en el lugar celebrando el inicio de la festividad judía de Janucá, cuando dos francotiradores abrieron fuego de manera indiscriminada contra las personas que se encontraban reunidas en el lugar.
The Sydney Morning Herald informó que la Policía definió el incidente como “un ataque terrorista”. Uno de los atacantes fue baleado en el lugar y murió, y otro resultó herido. No estaba claro aún si en la masacre había participado algún otro agresor. “No escatimaremos esfuerzos. Seguiremos a todas las personas vinculadas a esos pistoleros que conozcamos y tomaremos medidas para mantener la seguridad de la comunidad”, agregó Lanyon.
En una declaración pública, el primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, condenó el ataque, al que definió como un “acto de antisemitismo perverso”. “Un ataque contra judíos australianos es un ataque contra todos los australianos”, declaró el mandatario.
El primer ministro de Nueva Gales del Sur, el también laborista Chris Minns, describió el ataque como “horrible y perverso”. “Nos conmueve profundamente la comunidad judía de Australia esta noche”, declaró.
En una conferencia de prensa, Minns dijo que no podía afirmar en ese momento si hubo una falla de seguridad y agregó que la Policía llevará adelante una investigación exhaustiva sobre los hechos. “Se hará una investigación exhaustiva. Este fue un ataque terrorista masivo en la ciudad más grande de Australia, dirigido contra judíos australianos. Necesitamos determinar con exactitud cómo sucedió para poder tomar medidas que garanticen que no vuelva a ocurrir”, expresó Minns.
La BBC informó que, desde un pequeño puente peatonal, a pocos metros de donde se encuentra un parque infantil, hombres armados dispararon contra la multitud que se encontraba en el recinto vallado en el que se estaba realizando la celebración. Cerca del lugar, la Policía encontró un auto lleno de bombas improvisadas que nunca llegaron a explotar.
“Se encontraron dos artefactos explosivos improvisados en el lugar, los cuales fueron confiscados por nuestra unidad de rescate y desactivación de bombas. Se determinó que eran artefactos activos. Por lo tanto, fueron recuperados y desactivados por nuestra Policía”, aseguraron autoridades de seguridad del estado.
El ataque perpetrado este domingo es el peor tiroteo masivo desde la masacre de Port Arthur, en Tasmania, ocurrido en 1996, en la que murieron 35 personas. Luego de ese episodio que conmovió a la nación oceánica, el gobierno adoptó estrictas regulaciones sobre la tenencia de armas de fuego, por lo que desde entonces en el país se redujeron de manera drástica los asesinatos masivos con armas de fuego: fueron menos de media docena en casi 30 años.
El diario israelí Haaretz recordó que este atentado ocurrió apenas una semana después de que un importante estudio académico documentó un aumento de los eventos antijudíos en Australia en los dos años transcurridos desde el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023.
Además de las repercusiones que el hecho tuvo en Australia, muchos gobiernos del mundo se expresaron sobre el episodio. Uno de ellos fue el de la Autoridad Nacional Palestina, que por intermedio de su Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que condenó el tiroteo masivo.
El gobierno palestino con sede en la ciudad de Ramala, en Cisjordania, afirmó que una vez más “reitera su firme rechazo a todas las formas de violencia, terrorismo y extremismo, que contradicen los valores humanitarios”, y manifestó su “plena solidaridad” con la “amiga Australia”.
El gobierno australiano de Anthony Albanese reconoció al Estado palestino en setiembre, junto con Reino Unido y Canadá, una decisión que marcó un cambio político de décadas en su política exterior, adoptada en respuesta a los persistentes ataques de las fuerzas israelíes a la Franja de Gaza.