El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, envió a la Fiscalía General de la República (PGR, por sus siglas en portugués) los recursos presentados por los equipos legales que defienden al expresidente Jair Bolsonaro y a los otros 33 acusados del intento de golpe de Estado de 2022.
Ahora, el fiscal general Paulo Gonet tendrá hasta el viernes para responder los escritos, luego de lo cual los casos quedarán abierto a juicios.
Según recordó la revista Carta Capital, Bolsonaro y otras 33 personas, la mayor parte de ellas militares, fueron denunciados por la PGR en febrero por planear e intentar ejecutar un golpe de Estado para impedir la asunción de actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue electo en las elecciones de 2022, en las que derrotó al excapitán ultraderechista.
Puntualmente, a Bolsonaro se lo acusa de liderar una organización criminal, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, daños a los bienes de la unión y deterioro del patrimonio en el marco de los ataques que hubo contra las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023, apenas una semana después de la asunción de Lula.
Todavía no se sabe la fecha precisa de comienzo de los juicios contra Bolsonaro y los otros acusados, pero quedará en manos de la Primera Sala del STF, compuesta por Cristiano Zanin, Alexandre de Moraes, Luiz Fux, Cármen Lúcia y Flávio Dino.
La defensa de Bolsonaro intenta, precisamente, sacar el caso de la Primera Sala y llevarlo al pleno del STF, donde sería juzgado por los 11 ministros que integran el órgano, que es la principal instancia de la Justicia brasileña.
Los defensores legales de Bolsonaro buscan que su representado no sea juzgado por la Primera Sala, que vota unánimemente con Moraes en casos relacionados con ataques a la democracia.
De hecho, por ejemplo, los mencionados magistrados ya rechazaron de manera unánime el pedido de Bolsonaro de recuperar su pasaporte, documento que le fue retirado en febrero del año pasado en el marco de la investigación.
Pero, si el caso lo analiza el pleno del STF, participarían en el juicio los dos ministros designados para la Corte por Bolsonaro, Kassio Nunes y André Mendonça. En este escenario, las posibilidades de que un magistrado solicite una revisión también serían mayores, lo que extendería el tiempo para estudiar los expedientes y retrasaría toda la conclusión del proceso.
A propósito del inminente juicio contra Bolsonaro y los otros acusados, este domingo en Folha de San Pablo el periodista Elio Gaspari escribió una columna en la que afirmó que en caso de que sea encontrado culpable de los crímenes de los que es acusado, el expresidente no irá preso ni siquiera un día, porque pedirá asilo político en alguna embajada.
En su nota, Gaspari explicó que esto se debe a que podrá beneficiarse del “asilo diplomático”, que “se puede conceder a los ciudadanos que entran en la embajada de un país signatario de la Convención [de La Habana de 1928] y se declaran perseguidos políticamente”.
De hecho, tal como se recordó en lo publicado por Folha, Bolsonaro, “en febrero de 2024, ya durmió dos noches en la embajada de Hungría, pero no pidió asilo”, porque, “si lo pedía, correría el riesgo de quedarse allí algún tiempo hasta que el gobierno brasileño le concediera un salvoconducto”.