La entrada en vigor de la reforma migratoria en Argentina, aprobada recientemente por decreto por el gobierno del presidente Javier Milei, está generando críticas al Ejecutivo paraguayo, que encabeza Santiago Peña.
La nueva normativa, extensa, compleja y cuya implementación todavía no se sabe de qué manera se llevará adelante, entre otros temas, elimina la atención gratuita a los extranjeros no radicados en los hospitales públicos, lo cual provocó reacciones de referentes de grupos migrantes que viven en Argentina. Una de ellas, la paraguaya Marta Guerreño López, quien integra la Red Nacional de Líderes Migrantes, criticó duramente la inacción del Estado paraguayo en una entrevista con la radio asunceña Monumental.
“El gobierno de los paraguayos es el problema en este caso. El gobierno no se pone los pantalones largos y pretende que los militantes de a pie resolvamos este tema de cancilleres, de presidentes. Es el gobierno de los paraguayos el que tiene que hablar con el gobierno de Milei diciendo que tenemos esta tradición, tenemos esto, hagamos un convenio especial”, dijo Guerreño López.
La medida adoptada por el Ejecutivo argentino no afectará a quienes ya cuentan con residencia permanente, sino a aquellos con radicación temporaria o en situación irregular.
De acuerdo al censo argentino de 2022, en el país viven más de 500.000 paraguayos, pero, más allá de este dato, uno de los principales problemas que enfrenta la comunidad paraguaya en Argentina es la falta de registros oficiales sobre cuántos ciudadanos están en situación irregular y dependen del sistema de salud público. Guerreño López responsabilizó al gobierno paraguayo por la dificultad que enfrentan sus ciudadanos para regularizar su situación migratoria.
“El gobierno de Paraguay tampoco se agiorna mucho a las necesidades. Cerraron muchos consulados. No es fácil conseguir los documentos que exige Migraciones para radicarse”, expresó la activista.
“No nos ayudan. Nosotros mandamos cada mes plata. Hay miles, miles de personas que viven a costa de las remesas que se envían de todo el mundo. Casi 15% de la población paraguaya es inmigrante. ¿Cómo no va a haber políticas dedicadas a eso? ¿Qué somos? Somos una alcancía, nada más”, agregó Guerreño.
El tema de la migración y de la actitud del gobierno hacia ella también fue abordado este domingo por el obispo Gabriel Escobar durante una misa que dio en la basílica de la ciudad de Caacupé, localidad situada a poco más de 50 kilómetros de Asunción y que es la capital del departamento de Cordillera.
Escobar recordó que la migración paraguaya hacia Argentina, particularmente hacia la capital y la provincia de Buenos Aires, data desde la revolución de 1947 y que posteriormente se convirtió en una constante debido a las consecuencias políticas, económicas y sociales de la realidad paraguaya.
“La migración es una crítica feroz hacia los gobiernos que no han logrado generar condiciones de vida para que los ciudadanos no tengan que verse obligados a salir del país”, expresó el religioso, e indicó que “es un rasgo de cinismo” en Paraguay, donde los gobiernos “se ufanan” de que los expatriados envíen remesas familiares que contribuyen altamente con la economía del país.
“Eso significa que los nuestros, que viven en Argentina, en España, en Estados Unidos, sean hoy, casi, en cantidad económica, los que aportan al Paraguay la misma cantidad que exportamos en carne vacuna”, manifestó Escobar, de acuerdo a lo que consignó el diario Última Hora.