Este domingo desde Doha, la capital de Catar, el primer ministro del país árabe, Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, acusó a Israel de “terrorismo de Estado” y afirmó que el bombardeo perpetrado la semana pasada en su territorio contra los líderes de Hamas fue “un ataque al principio mismo de la mediación”, pero, de todas maneras, prometió continuar los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza.
El alto funcionario hizo estas declaraciones durante una sesión preparatoria de la cumbre árabe-islámica de emergencia en Doha, convocada para el lunes luego del ataque israelí.
El gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu defendió la legitimidad del ataque, aunque insinuó que no cumplió el objetivo de asesinar a los líderes de Hamas que estaban reunidos en un edificio en Doha.
En la reunión del domingo, los ministros de Asuntos Exteriores de los países participantes comenzaron a redactar un proyecto de resolución que se dará a conocer este lunes luego de culminar la cumbre. Según informó la cadena catarí Al Jazeera, el primer ministro de Catar, cuyo gobierno se ha desempeñado, junto con Estados Unidos y Egipto, como uno de los mediadores en las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamas en Gaza, enfatizó que había llegado el momento de adoptar medidas concretas contra los ataques israelíes en Medio Oriente en general.
En este contexto complejo, este domingo el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, llegó a Israel, donde se reunió con Netanyahu en Jerusalén. Rubio visitó el Muro de los Lamentos junto con el líder israelí y el embajador estadounidense, Mike Huckabee. Allí, ante los medios, Netanyahu afirmó que la alianza entre ambos países es “duradera como las piedras” del lugar sagrado. “Con el presidente Trump y el secretario Rubio, esta alianza nunca ha sido más fuerte y la apreciamos profundamente”, declaró Netanyahu.
Antes de partir hacia Israel, Rubio había declarado que, si bien Trump “no estaba contento” con el ataque contra Doha, este “no iba a cambiar la naturaleza de nuestra relación con los israelíes”. Pero el jefe de la diplomacia de la Casa Blanca expresó también que Estados Unidos e Israel discutirían su impacto en los esfuerzos por una tregua en la campaña militar israelí sobre la Franja de Gaza.
“El presidente quiere que esto termine. Y terminar significa liberar a 48 rehenes de una vez. Hamas ya no es una amenaza, así que podemos pasar a la siguiente fase, que es cómo reconstruir Gaza”, explicó Rubio. “Hay que ver cómo se proporciona seguridad, cómo tener la seguridad de que Hamas no vuelva nunca más. Esa es la prioridad del presidente. Y parte de lo que tendremos que discutir en esta visita es cómo los acontecimientos de la semana pasada con Catar impactan en eso”, agregó el funcionario de la administración republicana.
Pero mientras que las acciones diplomáticas siguen sin tener resultado concreto alguno, los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza continúan. Este domingo, de acuerdo con lo que informaron autoridades sanitarias gazatíes, las acciones armadas de Israel costaron la vida de 68 palestinos, entre ellos diez que estaban esperando recibir ayuda humanitaria.
Los bombardeos israelíes se enfocaron en la ciudad de Gaza, a la que pretenden tomar en las próximas semanas. En ese contexto, medios israelíes informaron que cuatro edificios fueron derrumbados tras avisos de evacuación previos.
Al tiempo que la ofensiva sobre la capital y principal ciudad de Gaza se hace cada vez más agresiva, decenas de miles de palestinos continúan desplazándose de manera forzosa hacia el sur del territorio.
Según dijeron voceros del ejército de Israel, del millón de habitantes de la ciudad, en las últimas semanas se fueron aproximadamente 280.000. Sin embargo, contrarrestando estos datos, la agencia de defensa civil de Gaza, dirigida por Hamas, informó una cifra mucho menor, afirmando que menos de 70.000 salieron de la ciudad. “El número real de personas desplazadas de Gaza hacia el sur es de aproximadamente 68.000”, declaró a AFP el portavoz de defensa civil, Mahmud Bassal.