En medio de protestas populares por la eliminación del subsidio al gasoil, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se propone convocar a una Asamblea Constituyente sin el aval de la Corte Constitucional, con la que está enfrentado, y habilitar la instalación de bases militares extranjeras.

El viernes 12, el gobierno de Noboa anunció que el gasoil ya no sería subsidiado, una medida que adoptaron otros gobiernos en 2019 y 2022 y que debieron revertir por las protestas sociales que generó. Ese mismo día surgieron protestas con cortes de rutas, que se repitieron el jueves.

En respuesta, Noboa decretó el toque de queda nocturno en cinco de las 24 provincias del país. Con esta medida, quienes circulen en las calles entre las 22.00 y las 5.00 serán detenidos, excepto aquellas personas que tengan que desplazarse para ejercer ciertas tareas vinculadas con la salud, la seguridad o el transporte. Además, el presidente ecuatoriano sumó el jueves una nueva provincia a las siete en las que ya aplicaba un estado de excepción por “grave conmoción interna”.

El gobierno fundamentó estas medidas en que se está “impidiendo el libre tránsito de personas y vehículos, afectando garantías, libertades y derechos de los ciudadanos, así como, el normal desenvolvimiento de sus actividades personales, económicas, comerciales y laborales”.

Una de las principales organizaciones sociales del país, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, anunció un “paro nacional indefinido” en respuesta a la eliminación del subsidio al gasoil, que aumenta de 1,80 a 2,80 dólares el galón (3,78 litros). También organizaciones campesinas y sindicales anunciaron movilizaciones.

Constitución y bases militares

Lejos de concentrarse en esta crisis, Noboa busca avanzar en otras dos iniciativas polémicas. El viernes convocó a un referéndum para que los votantes decidan si se instala una Asamblea Constituyente. Una de sus promesas de campaña fue la elaboración de una nueva constitución.

El presidente hizo esta convocatoria sin solicitar el visto bueno de la Corte Constitucional. Si bien la Constitución establece que las consultas populares necesitan un dictamen favorable de ese tribunal a las preguntas planteadas, Noboa argumentó que otro artículo constitucional dice que una Asamblea Constituyente sólo puede ser convocada mediante consulta popular, y que esta consulta puede ser convocada, entre otros, por el presidente.

En una crítica a la Corte Constitucional, dijo que “la obstrucción que ciertos organismos politizados intentan imponer al cambio que necesita el país no será motivo para detener la voluntad del pueblo ecuatoriano”. El presidente está enfrentado a la Corte Constitucional porque frenó algunas consultas populares que quería plantear, entre ellas, una que reducía la cantidad de legisladores que integran la Asamblea Nacional. La corte cuestionó que había puntos poco claros y que no se especificaba, por ejemplo, cómo se distribuirían las bancas.

El viernes, además, Noboa convocó un referéndum –en este caso con el aval de ese tribunal– con el que pretende terminar con la prohibición de establecer bases militares extranjeras en el país, como la que Estados Unidos tuvo en Manta hasta 2009.