
Deporte
Nunca es siempre, todavía
Deseoso de empatar, irritado por lo que siempre significa perder, River se dejó de formas y ropas típicas: adiós al "tiqui-tiqui" y bienvenidos los centros, como si fuera una travesía hacia otro lado. Era quedarse con él mismo o emprender otra cosa. Cerro, fiel a su propuesta, podría haber ampliado la diferencia, si no fuera por un par de buenas intervenciones de Nicola Pérez. Sacó todas, menos la penúltima, la del trago amargo del final. El empate significó el cuarto partido en cadena invicto para ambos. Nunca será poca cosa.