Nacional
Con interferencias
Los monopolios no son buenos en la economía. Esta afirmación, que nadie desmentiría sin pasar por políticamente incorrecto, para algunos actores se aplica a todas las actividades productivas menos a los medios de comunicación. En los últimos años en la región ha habido regulaciones diversas en la materia -y en algunos casos ausencias significativas- pero un aspecto en común: la resistencia de sectores políticos y empresariales a un cambio en las reglas de juego. En esta disputa, tan económica como política, la libertad de expresión parece sólo una bandera jurídica.