Los integran dos organizaciones políticas del FA que ya han tenido expresión electoral: Congreso Frenteamplista y Frente en Movimiento (M-764). También otras más nuevas, como la agrupación Construyendo Izquierda, que tiene entre sus referentes al ex subsecretario de Salud Pública Leonel Briozzo y a la ex directora de Inmujeres Beatriz Ramírez. Además, se han sumado al espacio figuras independientes, como el director de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera; el ex titular de esa dependencia, Julio Calzada, y el ex diputado nuevoespacista Jorge Caffera, entre otros. Es probable que en las próximas semanas se confirmen otras incorporaciones, aseguran.

Se llama RAIZ y en estas horas discuten un borrador de documento programático que presentarán en público en los próximos días. La diputada Mariela Pelegrin (Congreso Frenteamplista) y el ex coordinador de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Pablo Álvarez (Frente en Movimiento) explicaron a la diaria que las primeras charlas empezaron hace tres o cuatro años, pero terminaron de plasmarse hace menos de un mes, tras varias reuniones en comités de base. Los próximos pasos: consolidar los espacios de trabajo conjuntos en los municipios, las coordinadoras, las departamentales y las unidades programáticas del FA; además, intentarán formalizar la participación en ámbitos como la Mesa Política.

“Dentro del FA estamos dispuestos a hablar con cualquiera. Partimos de la base de que hay 20% de los votos frenteamplistas que no están representados ni en el Parlamento ni en los órganos del FA ”, estima Álvarez, quien considera que el espacio para las alianzas dentro del FA “no está acabado y se puede seguir creciendo”.

Pelegrin, en tanto, explica que la idea es consolidar a RAIZ y al mismo tiempo mantener la identidad de los grupos. “El nombre también tiene que ver con la necesidad de volver a las raíces. Está claro que hoy la realidad no es la misma que la de 1971, pero pensamos que hay algunos principios que deben ser inamovibles, como la ética y la transparencia”, señaló.

A nivel parlamentario, Pelegrin, que ocupa la banca de Víctor Semproni, espera que la aparición de RAIZ sea una herramienta útil para “mejorar la capacidad de negociación y propuesta”.

“Hoy la bancada del FA resuelve por dos tercios, algo que sólo dos sectores pueden alcanzar. La realidad es que para los grupos más chicos la capacidad de influir es mucho más difícil”, señaló. Por estas y otras lógicas en las que se imponen los grandes sectores, Pelegrin hace un balance negativo de la tarea parlamentaria: “A veces siento que hemos perdido la perspectiva de para quién gobernamos. Deberíamos hacernos esa pregunta todos los días: por qué y para quién estamos ahí”.

Antes de la resistencia

El documento que discuten los militantes de RAIZ ya tiene algunos énfasis, asegura Álvarez. Uno de ellos: establecer un plan de “tolerancia cero” a la pobreza infantil y dirigir todos los esfuerzos políticos y presupuestales para alcanzarlo. También habló de otras desigualdades que “lamentablemente todavía rompen la cara”: como la étnico-racial (“los afrodescendientes están peor posicionados en todos los indicadores, no es algo azaroso y hay que enfrentarlo”) y la territorial, en particular en Montevideo. Frente en Movimiento, el grupo que integra Álvarez, viene trabajando desde hace algunos años en las temáticas vinculadas a las discapacidades; de hecho, otro de sus referentes, Federico Lezama, es el director de la Secretaría de Accesibilidad para la Inclusión de la Intendencia de Montevideo. “Y es un tema que también tiene que ver con las desigualdades, porque la mayoría de los casos de discapacidad se concentran justamente en las zonas más pobres”, señaló.

Hay otros temas que serán prioritarios: la realidad de las personas migrantes, el acceso a la vivienda y la posibilidad de una Renta Básica Universal, entre otros. “El FA, más que unidad ideológica, hoy lo que tiene como principal impronta es su unidad programática. Por lo tanto, el esfuerzo programático que tenemos que encarar en 2018 puede ser fundamental para un cuarto gobierno”, opinó Álvarez.

Según el ex diputado, interpretar los desafíos que tiene Uruguay y cuáles serían las mejores soluciones son “elementos centrales” para el futuro. “Porque si no, nos vamos a quedar sólo en ver cómo hacemos para no retroceder, y eso no es de izquierda. Podrá ser un elemento central para la resistencia, pero antes tenemos que preocuparnos por cómo seguimos resolviendo en forma creativa los desafíos que nos quedan”, concluyó.