La Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU) celebró ayer su 75 o aniversario con una jornada de celebración y memoria. Al mediodía, presentaron un sello postal de El Correo Uruguayo conmemorativo de AEBU y anoche, en una celebración con los afiliados, proclamaron a los ganadores de las elecciones de la semana pasada. Al evento del mediodía asistieron los senadores Rafael Michelini y Mónica Xavier, así como el presidente del Banco Central del Uruguay, Mario Bergara.
Durante la presentación del sello, el presidente de AEBU, Pedro Stéffano —que fue reelecto—, repasó la historia del sindicato y consideró que el aniversario “es una gran alegría”. Además, destacó que AEBU siempre apostó al diálogo e intentó aportar para que “la lucha de los sindicatos fuera de la mejor manera”. “Siempre estamos buscando la verdad y la Justicia”, dijo Stéffano al referirse a la época de la dictadura, y recordó a los cuatro compañeros desaparecidos: Julio Escudero, Ary Cabrera, Alfredo Bosco y José Michelena.
AEBU presentó anoche, además, una placa conmemorativa que será colocada en su sede de Montevideo y en las del interior del país. Además, cada una de las familias recibirá una copia. “Son camino que empieza... son vida abierta. Homenaje a los trabajadores de AEBU desaparecidos en la lucha contra la dictadura”, dicen las placas en la parte superior. Debajo, aparecen las caras de los cuatro desaparecidos, cada uno dentro de una forma similar a la de una gota.
“Son 75 años de unidad, participación y lucha”, dijo Stéffano a la diaria en una entrevista en la que destacó los servicios sociales que brinda el sindicato y se refirió al futuro de la organización. “Tenemos el desafío de seguir creciendo, sobre todo en el sistema financiero privado”, indicó Stéffano, “y no sólo crecer, sino también construir sindicato en todas las áreas”, agregó.
Por su parte, el ex senador Milton Antognazza recordó en conversación con la diaria la época de la dictadura, durante la cual fue secretario general de AEBU mientras Juan Pedro Ciganda ocupaba la presidencia. “Lo único que hicimos durante la dictadura fue hacer que la sede del sindicato estuviera siempre abierta y con gente, para que acá viniera todo el que quisiera venir”, dijo. También recordó los eventos deportivos y los Juegos de Primavera, que se celebraban como excusa para mantener una actividad continua en la sede y poder reunirse, y las celebraciones clandestinas por el 1º de mayo. Además, dijo que el momento más emocionante fue el regreso de los hijos de exiliados uruguayos que habían nacido en el extranjero y vinieron a Uruguay en diciembre de 1983.
Consultado sobre la importancia de los 75 años de AEBU, Antognazza respondió: “Es mi vida”, y señaló que “ser dirigente sindical es un sacrificio”, porque deben dejarse muchas cosas de lado, entre ellas la familia, en pos de participar en la actividad sindical. “Es una elección de vida”, concluyó.