500 alumnos que concurren a escuelas, liceos, UTU y centros de educación no formal de Juan Lacaze colmaron el Club CYSSA de esa localidad coloniense. En medio de una situación laboral compleja tras el cierre de Fanapel, la apuesta es cambiar la pisada: “Juan Lacaze, ciudad del conocimiento”, se llama el proyecto que comenzaron a discutir las autoridades nacionales y locales estos días.

La iniciativa la presentó el alcalde sabalero Darío Brugman (Frente Amplio), pero ese no fue el único asunto de la jornada: además, los técnicos del Plan Ceibal, entre drones, robots e impresoras 3D, armaron los stands de la Feria Tecnológica Viva, que fue visitada por escolares, docentes y vecinos.

También hubo una charla, en la que participaron el presidente del Codicen, Wilson Netto, la directora de Secundaria, Celsa Puente, la inspectora departamental de Primaria, Luz Santos, la jefa de Laboratorios Digitales del Plan Ceibal, Magela Fuzatti, el director de Procesos Industriales de Enseñanza Técnica, Nilson Rabazza, el subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Guillermo Moncecchi, y el intendente Carlos Moreira (Partido Nacional).

Brugman agradeció la presencia de las visitas oficiales y, especialmente, al Plan Ceibal por la instalación de esa muestra. Con “Juan Lacaze, ciudad del conocimiento”, el alcalde, que cumple su segundo mandato, lanzó el proyecto más ambicioso desde que ocupa esa función.

Esta propuesta ha sido diseñada “con cabeza regional”. “Queremos trabajar sobre el futuro de los chicos, dotándoles de mayores herramientas”, explicó Brugman. Además, destacó la necesidad de “trabajar sobre las capacidades, habilidades y destrezas que tenemos los lacazinos”.

Entusiasmado con la iniciativa, Moncechi valoró “la articulación con todos los actores, públicos y privados, formales e informales”. El subsecretario de Industria dijo que Uruguay “tiene una oportunidad enorme”, porque cuando “se habla de que la robótica está cambiando el mundo, la clave no es el robot, sino que son las cabezas que los hacen funcionar”. Para Moncecchi, “ese conocimiento es lo que hace la diferencia”.

Por su parte, Netto festejó el “fantástico bullicio” que generaban los chiquilines presentes en el Cyssa. Destacó que el proyecto presentado por Brugman “compromete a todas las instituciones para darle un nuevo empuje a la ciudad”. El desafío “de construir ciudad del conocimiento” pondrá “en juego el diálogo, la solidaridad, la colaboración”. Bajo ese marco, el jerarca valoró “el trabajo que realiza una comunidad que está a la altura de las circunstancias difíciles que le toca atravesar”.

En la misma línea, Puente resaltó “cómo una ciudad puede dar respuesta a una situación difícil vinculándose fuertemente a un sueño vinculado al mundo del conocimiento” para “abrir rutas que pongan en juego acciones que mejoren la vida en la comunidad”.

Santos se mostró “emocionada ante el compromiso que nos ofrece la comunidad de Juan Lacaze para plegarnos al eslogan ‘Ciudad del conocimiento’. “Habrá que trabajar en forma colaborativa” para lograr ese objetivo”, concluyó.

El proyecto

Brugman y el concejal frenteamplista Arturo Bentancor –programador y docente de informática– impulsan esta idea desde hace más de un año, y han encontrado respuestas positivas en diferentes ámbitos: la Universidad Tecnológica, la Universidad de la República, el Plan Ceibal, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, el Instituto Nacional de Formación y Empleo, el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, el MIEM, entre otros organismos, así entre docentes y profesionales locales.

La idea apunta a alojar en las instalaciones de la ex Escuela Industrial San Juan Bosco, que fue creada en los años 40 para formar trabajadores para la ex Campomar & Soulas, un centro de enseñanza de “las tecnologías de la información, el diseño y de la industria audiovisual”. La dirección del liceo 2 también ha ofrecido sus salones para albergar algunos de los cursos.

La puesta en marcha de ese proyecto educativo ofrecería nuevas posibilidades de desarrollo a los muchachos colonienses. También sería un antídoto para revertir algunas tendencias que se reflejan en la comarca lacazina en relación al envejecimiento y reposición de la población, que son aun más graves que los promedios nacionales.

Plantar sobre el terreno firme el concepto “ciudad del conocimiento” demandará articulaciones interinstitucionales, inversiones económicas, y el compromiso de los locatarios para aplicar un golpe de timón. En ese camino, también, Juan Lacaze busca la posibilidad de contar nuevas y alentadoras historias.