“Las veredas son la esencia del espacio público”, dice Silvana Pissano, la directora de Acondicionamiento Urbano de la Intendencia de Montevideo (IM), que asegura que el trabajo de reparación sobre las aceras de la capital es permanente, y que hay que actualizarlo en función de las nuevas demandas. “Continuamente hay que estar reparando y aggiornando, con los nuevos requerimientos de la transitabilidad y la accesibilidad, los espacios públicos”, y hay que hacerlo “pensando en los que caminamos, en los niños, en los viejos –esta es una ciudad llena de gente mayor–, en la gente con discapacidad motriz; tenemos que ir asegurando cada vez más la accesibilidad en el espacio público, con la colocación de rampas y la continuidad del pavimento, si no, no se puede caminar”, enfatiza la directora.

Esta semana la IM anunció la puesta en marcha de un fondo rotatorio que permitirá que cada municipio tenga una cuenta con seis millones de pesos para comenzar a reparar aquellas veredas que considera prioritarias; fundamentalmente, aquellas que son muy transitadas y están en peor estado.

Como el mantenimiento de las veredas es responsabilidad de los propietarios frentistas, cada municipio notificará individualmente a los propietarios en las áreas designadas, que deberán arreglar su vereda. Los propietarios pueden colocar las baldosas que faltan o están rotas, pero, si no quieren o no pueden hacerlo, la IM “preserva el derecho de quienes transitamos por ahí” y la arregla, remarca Pissano. Pasados los 45 días de la notificación, el municipio se encarga de la reparación de la vereda (algunos municipios lo harán con sus propias cuadrillas, otros contratarán empresas y otros, cooperativas sociales). El costo de la reparación se cobrará conjuntamente con la contribución inmobiliaria del próximo año, a razón de 1,64 unidades reajustables por metro cuadrado (unos 1.600 pesos), y ese dinero irá directamente a las cuentas del fondo rotatorio de los municipios, para que los recursos para la reparación se mantengan.

La jerarca aclaró que si bien la normativa departamental habilita a cobrar una multa a los propietarios que no reparen la vereda, la Junta Departamental aprobó una norma para no hacerlo. Además, aclaró que quienes vivan frente a una parada de ómnibus no deben pagar por la reparación de esa parte de la acera, así por las veredas que estén en mal estado por raíces levantadas; en ambos casos los costos los cubre la IM.

La IM anunció que se hará cargo de la reparación del tramo de la avenida 18 de Julio, desde Barrios Amorín hasta Bulevar Artigas, de las veredas de la Avenida 8 de Octubre entre Pan de Azúcar y José Batlle y Ordóñez, y de las del Cementerio Central, en Gonzalo Ramírez entre Carlos Quijano y Ejido. El Municipio A marcó como prioritarios algunos tramos de la calle Grecia; el B, la calle San José en toda su extensión; el C, tramos de Capurro, Reyes y Arenal Grande; 21 de Setiembre entre la rambla y Bulevar Artigas en el Municipio CH; varias partes de Belloni y de Joanicó en el Municipio D; tramos de Asilo, Aconcagua, Hipólito Yrigoyen, Zum Felde, Pitágoras y Gabriel Otero en el Municipio E; partes de Cambay, Roma, Osvaldo Cruz, Teniente Rinaldi y Teniente Galeano en el Municipio F, y un tramo de las calles Lanús, Calderón de la Barca y Elías Regules en el Municipio G.