El presidente Tabaré Vázquez abogó, durante la Cumbre de Presidentes del Mercosur realizada ayer en Mendoza, por “actualizar y reformular” el bloque regional, planteó seis propuestas concretas para “avanzar” en la integración y pidió “no aislar” a Venezuela.

Según informó ayer el diario La Nación, Argentina promovería que la declaración que aprobaran los presidentes del bloque regional significara una especie de “ultimátum” para Venezuela, planteando que si el gobierno concreta las elecciones del 30 de julio para convocar a una Asamblea Constituyente, el Mercosur podría suspenderlo de forma permanente, con la aplicación del protocolo de Ushuaia y la cláusula democrática. Pero finalmente, la resolución del Mercosur, firmada por los Estados miembros del bloque, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, y por los Estados asociados, Chile, Colombia y Guyana (Bolivia, que está en proceso de adhesión, se negó a firmar), no tiene ese tono. El bloque manifiesta “su profunda preocupación por el agravamiento de la crisis política, social y humanitaria” en Venezuela, hace un “urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos” y exhorta, tanto al gobierno como a la oposición, “a no llevar a cabo ninguna iniciativa que pueda dividir aun más a la sociedad venezolana o agravar conflictos institucionales”.

De todas formas, la declaración afirma que la solución a la crisis “sólo podrá ser resuelta por los venezolanos”, e insta “al gobierno y a las fuerzas opositoras de la hermana República Bolivariana de Venezuela al diálogo, que permita una concertación política creíble”, a la vez que los países se ofrecen “a acompañar ese proceso”.

Durante la reunión de presidentes, Vázquez afirmó que sería “un grosero error desconocer” la realidad venezolana, recordó que Uruguay ha aludido “en más de una oportunidad” a la situación del país caribeño, y que “no hay necesidad de referirse específicamente y en profundidad a un tema que tanto nos duele, como la muerte de tantos hermanos venezolanos, que lamentamos profundamente y rechazamos”. Pero Vázquez pidió “tender una mano fraterna” al pueblo venezolano, “para que encuentre el camino del diálogo y el camino de la solución pacífica a las controversias, el camino de la paz y entendimiento para profundizar su democracia”. “No podemos aislar a Venezuela, no podemos aislar al pueblo venezolano”, aseguró el presidente uruguayo.

Sin pruritos

La Cumbre de Presidentes del Mercosur no se reunía desde diciembre de 2015; ayer el presidente brasileño, Michel Temer, asumió la presidencia protempore. Durante su discurso, Vázquez dio cuenta de la situación del bloque regional. “La solución a los problemas que hoy padece este mecanismo de integración, y que se manifiestan en su escaso dinamismo intra y extrarregional, no es abandonarlo y extenderle un certificado de defunción. Por el contrario, la salida a estos problemas pasa por revalorizar las razones para andar juntos, y si para seguir andando juntos es necesario actualizar y reformular el pacto que nos vincula, hagámoslo sin pruritos, pues al fin y al cabo, el mundo, nuestra región y nuestros países ya no son los de 1991. Pero actualicémoslo y reformulémoslo con la mirada estratégica, con audacia y sensatez, y a partir de un sinceramiento”, pidió Vázquez.

En ese sentido, propuso seis medidas para “avanzar como bloque regional”: profundizar el trabajo del grupo de Fortalecimiento Económico Comercial; perfeccionar y fortalecer el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur; la “pronta” incorporación de Bolivia al Mercosur; la “pronta concreción” del acuerdo con la Unión Europea; jerarquizar y sistematizar las relaciones con China, sobre lo que acotó: “No se trata de relegarse, pero tampoco de enclaustrarse”; y acordar mecanismos que permitan a los estados parte del Mercosur “interactuar” con la Alianza del Pacífico, bloque comercial integrado por Chile, Colombia, México y Perú, al que Uruguay pidió adherirse como Estado asociado. “No debemos ver un contrapeso o una competencia, sino una contraparte y una complementación, a fin de mejorar la inserción de nuestros países en las cadenas de producción regional, disminuir barreras y obstáculos al comercio internacional y adoptar estándares comunes”, opinó Vázquez sobre la Alianza para el Pacífico.