Ayer Fitch Ratings, una de las tres grandes calificadores de deuda internacionales junto con Moody’s y Standard & Poor’s, dio a conocer un informe en el que mantiene el grado inversor para Uruguay, con la nota BBB-, pero modifica la perspectiva de estable a negativa. El cambio se debe a la percepción de que el déficit fiscal es persistente y de que el peso de la deuda aumenta, lo que limita el margen de maniobra para contrarrestar posibles impactos en la economía, “en un escenario de condiciones financieras globales cada vez más duras y un desafiante ambiente macroeconómico en la región”. La calificadora asume que el gobierno debería realizar un ajuste fiscal, pero no lo considera probable dada la cercanía de las elecciones. De todos modos, Fitch espera que la economía uruguaya “siga siendo resiliente a las turbulencias económicas regionales”.

Para la consultora, el Producto Interno Bruto será de 2% este año y bajará a 1,5% el próximo, mientras que la economía argentina se contraerá. Para 2020, la consultora predice que Uruguay retomará el crecimiento gracias a la construcción de la nueva planta de UPM.