Estrellas del Sur es un colectivo integrado por familiares de personas privadas de libertad. Se conocieron durante las esperas para entrar a la visita y en 2016 definieron formar una organización. El jueves fueron recibidos por el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, a quien le entregaron una nota que plantea su preocupación por el deterioro de las condiciones de vida en el Comcar en las últimas semanas.

En la carta comentan que “antes nos preocupaba el ocio, la falta de actividades y la atención socioeducativa. Hoy vemos las consecuencias. El deterioro es gravísimo y solicitamos que urgentemente se realice una intervención radical, que organice una convivencia posible, en la que se respeten los derechos humanos: a la vida y a la dignidad de cada persona privada de libertad”.

Según el reciente informe del comisionado, las condiciones de vida del módulo 8 son inhumanas y la situación es de brutal emergencia. Al respecto, las familias plantean que “pueden testimoniar que en las visitas de la semana pasada y en esta hubo personas privadas de libertad lastimadas, visitantes agredidos, disturbios que ponen en riesgo las vidas”. En la visita del martes, se registraron varias personas lesionadas en el módulo B1.

Las situaciones de violencia son permanentes, aseguran los familiares. Por ejemplo, tras el último motín en el módulo 3 hay personas que todavía están viviendo en los patios del módulo 8. En la reunión con Petit, las familias relataron la tensión que han vivido durante las visitas y los riesgos que generan los constantes enfrentamientos entre las personas privadas de libertad. Consideran que el ocio generalizado no promueve la rehabilitación. Temen por sus familiares presos: “Preocupa el clima interno de violencia” y es visible el “deterioro personal” visita tras visita, por lo que reclaman “por el derecho a la vida” de sus familiares.

Según Petit, “es muy importante que las familias puedan tener voz y que puedan romper con el cliché que muchas veces tiene la opinión pública hacia las personas privadas de libertad, que se piensan que son personas sin historias y sin familia”. A modo de respuesta, el comisionado les contó las gestiones que está realizando para promover un “plan de normalización” del módulo 8. Explicó que elevó una recomendación a las autoridades, pero que no ha recibido respuesta.

“Estamos recibiendo una enorme cantidad de llamados y visitas de familiares de personas privadas de libertad en Comcar, en particular en los módulos 8, 3 y 11, donde la situación es muy compleja. En total suman unas 1200 personas, que es algo más de 10% del total de la población carcelaria en Uruguay. Sólo el módulo 8 nuclea a 500 personas presas; es más grande que muchas cárceles del interior y no tiene la logística ni el personal ni los espacios para poder trabajar. Todo eso genera violencia. Las personas muchas veces generan violencia como respuesta a la situación en la que están. El Estado empuja a estas personas a la violencia. Se da justo cuando terminamos el informe del módulo 8, que demuestra que hay una enorme carencia de propuestas socioeducativas, que es lo que creemos que está generando tanta tensión y tanta violencia”, dijo Petit, consultado por la diaria.

Para el comisionado, la rehabilitación es la clave para disminuir la violencia y para promover mejores tránsitos de la cárcel a la sociedad. “Son personas que cometieron delitos y que deben retornar a la sociedad en algún momento. Para eso tienen que tener oportunidades de alfabetización, educación, cultura, deporte, etcétera. Al no haber prácticamente nada de eso se genera violencia. La reacción de algunas personas luego es creer que con estas personas no se puede hacer nada y que por eso hay que encerrarlos. Es una profecía autocumplida. Pero requieren una nueva proyección, por ellos y por la sociedad. Las condiciones en las que queremos que estas personas vuelvan a la sociedad la tiene el Estado”.