Centenares de personas se reunieron ayer a las 10,00 en la plaza Mártires de Chicago para despedir los restos de Luisa Cuesta, quien murió el miércoles a los 98 años mientras todavía buscaba indicios sobre el paradero de su hijo, Nebio Melo, desaparecido en 1976 en Argentina. En el encuentro participaron integrantes de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, agrupación de la que Cuesta fue fundadora, y de otras organizaciones. También asistieron legisladores del Frente Amplio y los diputados Fernando Amado (Batllistas Orejanos) y Eduardo Rubio (Unidad Popular), así como los precandidatos frenteamplistas Óscar Andrade y Daniel Martínez. Ante los micrófonos, tanto los integrantes de las organizaciones civiles como los políticos reclamaron verdad y justicia para los desaparecidos.

Sepelio de Luisa Cuesta en el Cementerio del Norte.

Sepelio de Luisa Cuesta en el Cementerio del Norte.

Foto: Federico Gutiérrez

También estuvo en la plaza el vicecanciller Ariel Bergamino, quien fue consultado por cómo se sentía el gobierno por la falta de respuestas ante estos reclamos. “La sensación no es la mejor”, reconoció, y agregó que es necesario “seguir adelante en la búsqueda de la verdad y de la justicia”, que son “objetivos irrenunciables”. Por su parte, el diputado del Partido por la Victoria del Pueblo Luis Puig consideró que “el Estado debe pagar esta deuda construyendo verdad y justicia, asumiendo la voluntad política de que la impunidad se debe terminar” en Uruguay.

Después del homenaje en la plaza, una caravana partió rumbo al Cementerio del Norte, donde los restos de Cuesta serán cremados en los próximos días.

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