La noticia llegó a Uruguay a través de un blog escrito por Vladimír Petrilák, “columnista independiente” de origen checo que vive en Polonia, y por el brasileño Mauro Abranches Kraenski, “bloguero e investigador independiente”. Su blog, de clara inspiración anticomunista y dedicado a denunciar la presencia del bloque soviético en América Latina, informó y otorgó evidencia acerca de que Vivian Trías había sido un agente de la Seguridad del Estado (Státní bezpečnost, StB), el servicio de inteligencia checoslovaco. (2) Luego, el periodista Gabriel Pereyra, del diario El Observador y el programa de televisión En la mira, amplificó la cobertura de la noticia.

Aunque después de la caída del comunismo miles de documentos importantes fueron descartados, el Archivo de las Fuerzas de Seguridad (ABS) en Praga, establecido en 2007, cuenta con alrededor de 17 kilómetros de documentos dedicados a las actividades de la StB. Gracias a la digitalización, hoy casi todos son accesibles para el público.

A diferencia de lo que ocurre en otros países, en los que los procesos de desclasificación de los archivos de inteligencia son extremadamente selectivos, en este caso la apertura fue total. Por eso no han existido criterios de protección de los agentes o colaboradores con dicho servicio en el exterior. Mientras que los archivos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense se desclasifican selectivamente y nunca se reporta información de sus colaboradores, y los del Comité para la Seguridad del Estado (KGB) soviético hasta hoy no se conocen en su totalidad (existen filtraciones), en el caso checo la apertura no tuvo ningún tipo de filtro. Esto explica el hecho de que en algunos países se esté discutiendo la presencia de los servicios checoslovacos en la Guerra Fría, mientras los archivos de otras agencias más importantes en aquel contexto aún esperan una real apertura. (3)

La noticia sobre la colaboración de Trías con la StB generó mucho revuelo en Uruguay dentro del tradicional debate entre izquierdas y derechas, e incluso tuvo rebotes en el mundo académico, ya que algunos medios de prensa cuestionaron la labor de los historiadores vinculados al pasado reciente por no incorporar este asunto. Fue en ese contexto que luego de constatar que la documentación en torno a Vivian Trías efectivamente existía, nos planteamos el desarrollo de un trabajo colaborativo entre los investigadores que escribimos esta nota.

Desde diciembre hemos avanzado en el estudio de este caso. Ambos somos historiadores profesionales interesados por la historia de América Latina; uno, uruguayo, que ha investigado sobre la historia reciente del Cono Sur, y el otro, checo, que ha trabajado sobre la política exterior de Checoslovaquia en la región (que hable checo es un detalle nada menor, dado que la gran mayoría de la documentación está en ese idioma). Nuestra investigación aún está en curso, pero dado el fuerte impacto público de la noticia, así como sus repercusiones, hemos decidido presentar algunos avances que contribuyan a orientar la discusión pública, para decir lo que hasta ahora podemos decir y aventurar algunas hipótesis provisorias.

Trías y la StB

El lugar de la StB en América Latina creció durante los años 60, luego de la Revolución cubana. A partir de allí se inició la mayor oleada de establecimiento de rezidenturas (bases del servicio secreto) en el continente. La rezidentura en Montevideo fue creada en 1961 y ocupada por tres empleados. Entre las razones para su creación se menciona que “el régimen bastante liberal da oportunidades para tomar medidas activas, sobre todo relacionadas a la publicación, que podrían expandirse a otros países de América Latina. En el país también existen buenas oportunidades para propagar la Revolución cubana y organizar apoyo para ella, ya que la Cuba revolucionaria es bastante popular en Uruguay, sobre todo entre estudiantes e intelectuales”. (4)

De lo que hemos visto hasta el momento podemos confirmar que existió una relación privilegiada entre Trías y la StB. Su volumen en el archivo está dividido en 12 carpetas que en total tienen unas 2.500 páginas. En su mayoría se trata de informes elaborados por los rezidentes checoslovacos que describen la actividad de Trías y de sus contactos, así como el ambiente político en Uruguay en el período 1961-1977. La documentación incluye también informes en español que probablemente fueron elaborados por Trías, muchos recibos de compras, mapas y otros papeles. También muestra que las reuniones entre Trías y miembros de la rezidentura checoslovaca se iniciaron en 1961 y continuaron hasta 1977, cuando la StB se retiró de Uruguay. A lo largo de dicho período se llevaron a cabo 348 encuentros. A partir de 1964, según los informes del archivo, Trías decidió asumir un compromiso mayor al transformarse en agente. Durante el período recibió dinero para diversas actividades, así como “recompensas” (el dinero no era conceptualizado como salario) de 150 dólares por mes (200 a partir de 1968). Asimismo, Trías montó una red de colaboradores que trabajaron para él, aunque varias de sus actividades estaban asociadas a los intereses de la agencia checoslovaca.

Esta información aparece en los archivos checos; hasta el momento no hemos encontrado nadie más que la pueda confirmar. La salud de varios de los que estuvieron cercanos a esta red, las implicancias políticas del asunto y las propias condiciones de ese tipo de actividades conspiran contra la búsqueda de la verdad. Ayer se publicó una prueba que confirma que la letra de Trías aparece en algunos documentos. (6)

De todos modos es legítimo tener dudas acerca de las maneras en que los oficiales checos producían la información. En este sentido, este archivo representa una parte de la verdad que necesitaría ser contrastada con otras fuentes; eso es lo que estamos haciendo, fundamentalmente a través de otras fuentes escritas. Pero por mas que tengamos una mirada crítica de lo archivado por StB, es necesario precisar que la cantidad y el detalle de la información que ofrece sobre la vida de Trías y su entorno evidencian una relación muy cercana con los miembros de la rezidentura.

En este sentido, los datos básicos que se aportaron el año pasado acerca del compromiso de Trías con la StB parecen ser ciertos. Sin embargo, las interpretaciones acerca de lo que significó ser un agente en dicho contexto resultan un poco más complejas y es sobre lo que nos interesa profundizar.

Trías: ¿subordinación o colaboración?

A lo largo de los años 60, el objetivo fundamental de las inteligencias del bloque del Este en Uruguay, así como en otros países de América Latina, fue apoyar a la Revolución cubana y “observar e interrumpir las actividades desinformativas y confrontacionales de los Estados Unidos”. (7) En este contexto, encontramos una coincidencia enorme entre los objetivos políticos de Trías y los de la StB.

Por medio de Trías los checoslovacos realizaron varias “medidas activas”, es decir, operaciones con las que buscaban influir de manera discreta para crear una situación ventajosa para sus intereses. En ese sentido, promovieron la difusión de materiales informativos que venían del mundo comunista así como de información desarrollada en otros lugares de América Latina y el tercer mundo. De acuerdo a los archivos, esos materiales sirvieron como insumos de información alternativa para el diario Época, otros medios escritos y algunos programas televisivos.

En el marco de las medidas activas, los checoslovacos también desarrollaron el financiamiento de artículos de prensa y libros que denunciaban la acción del imperialismo norteamericano. Asimismo, la StB vio a Trías como un intelectual con proyección latinoamericana y por eso financió la elaboración y la difusión de algunos de sus libros, ya que estaban en consonancia con sus objetivos políticos, que consistían en la denuncia del imperialismo norteamericano y el apoyo a la Revolución cubana. Según los informes de los rezidentes, prácticamente todos los libros que Trías escribió en el período 1964-1977 son fruto de esta colaboración. Se menciona muchas veces que su situación económica era compleja y que el apoyo financiero para sus libros –prácticamente la única información concreta que los documentos arrojan sobre ellos– le permitió dedicarse a la tarea de escribirlos. Los informes dan la impresión de que los checoslovacos tenían tanta confianza en Trías que no intervinieron en el contenido de sus trabajos.

Además, los checoslovacos aparecen como intermediarios en actividades de solidaridad entre militantes de izquierda de la región. A partir de 1964 se registra su participación activa en las redes de apoyo a los brasileños que llegaban a Uruguay perseguidos por la dictadura de aquel país. (8)

Con el tiempo, las actividades de los checoslovacos también se orientaron a la elaboración de informes analíticos sobre las actividades de Estados Unidos. En algunos momentos Trías incluso consiguió información confidencial relativa a las relaciones del gobierno uruguayo con Estados Unidos. En un caso, Trías aportó datos que le habían sido entregados por Alberto Heber, integrante del Consejo Nacional de Gobierno, (9) sobre la ruptura de relaciones con Cuba; en el otro, proveyó a los checoslovacos de una lista de los funcionarios norteamericanos en el país que había sido obtenida por un colaborador. (10)

Si bien a partir de 1964 Trías fue parte del servicio secreto, lo que implica una relación de dependencia y subordinación, lo que se expresa en las fuentes es un vínculo algo diferente. Los archivos dan cuenta de una relación particular entre Trías y el servicio secreto. Lo reconocen como un líder político con un perfil y criterio propio que difiere del de los checoslovacos. En algunos momentos reconocen que Trías es crítico del bloque soviético y señalan que la cooperación esta animada por razones ideológicas y políticas basadas en el objetivo común: la lucha antiimperialista. Sobre Trías, se lee en un documento: “Es totalmente antiimperialista, tiene buena educación marxista con larga praxis en la lucha contra la burguesía. Sin embargo, es ante todo socialista, no es comunista y algunas veces no está de acuerdo con el trabajo de los comunistas en América Latina”. (11)

Por otra parte, el reporte personal muestra a alguien a quien no lo anima el dinero sino la política. “La mayoría del dinero lo invierte en su biblioteca, actualmente tiene alrededor de 10.000 libros”. (12) Trías también recibía cigarrillos, cristales, bisutería y botellas de whiskey. Los archivos mencionan que como no bebía y no fumaba, regalaba el alcohol y los cigarrillos a sus amigos o los usaba para obsequios en el marco de las “medidas activas”.

En el resumen de las actividades que llevó a cabo Trías desde 1961 hasta octubre de 1973 se dice: “Hasta ahora realizó 35 acciones psicológicas. En el inicio solamente de prensa, con el tiempo más exigentes, como las interpelaciones parlamentarias, organizaciones de protestas o la publicación de libros antiimperialistas”. (13) En el mismo documento también se menciona que Trías formó el Comité Juvenil Antiimperialista del Uruguay, una organización de 3.000 miembros con sucursales en todo el país.

El texto resulta particularmente llamativo por el hecho de que las actividades que reseña el oficial checoslovaco remiten a aquellas vinculadas a la vida política de Trías que no parecen una imposición, sino, por el contrario, que remiten a los objetivos del propio dirigente socialista. En este sentido, aunque el cargo de agente remite a una relación de dependencia, la práctica política que emerge a lo largo de los archivos parece acercarse más a una convergencia o colaboración entre las agendas políticas e intereses de Trías y la StB que a una relación de subordinación.

Resta estudiar cómo esa convergencia se fue desarrollando a lo largo del tiempo. Es cierto que en los textos de Trías se percibe una mayor cercanía al bloque soviético a fines de los 60. La relación privilegiada con los checoslovacos puede ayudar a explicar esto, pero también hay que tener en cuenta que el giro se dio en gran parte de la izquierda no comunista latinoamericana. Esto estuvo vinculado con el acercamiento de la Revolución cubana a la Unión Soviética a partir de 1968, que entre otras cosas se expresó en el apoyo de Fidel Castro a la invasión a Checoslovaquia.

¿Por qué la alianza entre un socialista y la StB?

Por último, el encuentro entre Trías y la StB abre otras preguntas relativas a por qué se da ese encuentro, que no parece responder a los posicionamientos previos de los checoslovacos o de los socialistas. Por un lado: ¿qué llevó a la StB a vincularse con el líder de un partido no comunista, que por otra parte desarrollaba una fuerte crítica al bloque soviético y que durante los 50 había mostrado cierta cercanía a la herejía que encabezó el mariscal Tito en Yugoslavia? Por otro lado: ¿qué llevó a Trías a relacionarse con un servicio secreto del bloque soviético del cual él era fuertemente crítico?

Al momento, las respuestas son provisorias. Lo que hemos encontrado es que existió una suerte de división del trabajo dentro del bloque soviético, en la que los checoslovacos tendían a relacionarse con sectores de la izquierda no comunista; es llamativo que no aparezcan comunistas uruguayos en los archivos. Como nos muestra el informe de la reunión de los representantes de la KGB y la StB que tuvo lugar en 1961, la inteligencia checoslovaca en el tercer mundo se empezó a centrar en la búsqueda de representantes “progresistas” que pudieran apoyar los movimientos de liberación nacional. (14) Dentro de esa división del trabajo los checoslovacos tuvieron una relación privilegiada de apoyo a Cuba que seguramente ayudó a desarrollar los vínculos con sectores de la izquierda latinoamericana no comunista que expresaban una adhesión incondicional a Cuba.

En el contexto latinoamericano el caso de Trías no es una excepción. En Argentina, por ejemplo, las actividades de la inteligencia checoslovaca se basaban en una amplia red de informadores de las filas peronistas. Para apoyar al régimen de Castro, en 1962 los checoslovacos financiaron la publicación del libro Cuba en Punta del Este, cuyo autor fue Enrique Corominas, importante político de la Unión Popular, anteriormente vicecanciller del gobierno de Perón y ex presidente de la Organización de los Estados Americanos. La StB menciona este texto como ejemplo en la cuestión de la futura orientación del trabajo de Trías, argumentando que los libros tienen mayor impacto que los artículos. (14)

A partir de lo que dicen los archivos se puede interpretar que Trías encontró en los checoslovacos una fuente de apoyo económico para las actividades de un partido menor que había abandonado su relacionamiento con la socialdemocracia europea y que se encontraba en una difícil situación durante los 60. El acercamiento de Cuba a la Unión Soviética, con el gradual abandono de su latinoamericanismo inicial, así como la cercanía de los checoslovacos a la isla, seguramente reforzaron la posibilidad de esta colaboración.

En alguna medida, en Montevideo, una ciudad que era caracterizada por un agente de la CIA como “permisiva” para el accionar de múltiples servicios de inteligencia, un líder de un partido político menor y un servicio secreto menor encontraron una colaboración conveniente. (15) Tal vez en los próximos años podamos saber algo más de otros servicios que fueron mucho más influyentes en la vida política de Uruguay y de los que aún sabemos muy poco.

(1). Dr. Aldo Marchesi, doctor en Historia Latinoamericana (New York University), director del Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos (CEIU). Ha publicado múltiples trabajos sobre la historia reciente del Uruguay y el Cono Sur. Su último trabajo es Latin America’s Radical Left. Rebellion and Cold War in the Global 60s (New York: Cambridge University Press, 2018). Dr. Michal Zourek, profesor investigador en el Instituto Tecnológico y Económico de České Budějovice (República Checa), miembro del Grupo de Estudios Históricos sobre la Guerra en el Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani de la Universidad de Buenos Aires y becario post doctoral de Conicet. Es autor de tres libros, así como de varios estudios sobre las relaciones entre Checoslovaquia y América Latina en la época de la Guerra Fría.

(2). Sobre las características del blog, ver Selva López Chirico: “A propósito del profesor Vivian Trías, supuesto ‘agente Ríos’, en los documentos de los archivos del servicio secreto checo (StB)” en https://aphu.org.uy.

(3). Se ha encontrado información sobre los vínculos de la StB con Amílcar Cabral, uno de los más importantes líderes del movimiento de liberación africano en los 60, y en las últimas semanas se ha suscitado un debate en torno al vínculo de Jeremy Corbyn con un agente checo en los 80 en Reino Unido.

(4). Archiv bezpečnostních složek (ABS), I. správa SNB, 11381/000, Založení rezidentury při čs. vyslanectví v Montevideu - Uruguay, 2. 11. 1960

(5). Ver Fernando López D‘Alessando: “Peritaje, mentiras y documentos: Vivian Trías, la historia y el marxismo” en http://www.uypress.net/auc

(6). ABS, I. správa SNB, 11380/000, Úkoly 2. odboru I. správy MV, vyplívající z jednání s představiteli sovětské rozvědky, konaného v Praze, 15. 7. 1961.

(7). ABS, I. správa MV, 43943/000, AO RACHOT, 11. 5. 1964.

(8). ABS, I. správa MV, 43943/020, Ríos - záznam ze schůzek dne 24. 8., 1. 9., 2. 9. a 4. 9. 1964, 13. 9. 1964.

(9). ABS, I. správa MV, 43943/000, Vyhodnocení spolupráce od 3. 6. 1966 do 5. 7. 1968, 18. 10. 1968.

(10). ABS, I. správa MV, 43943/000, Vyhodnocení spolupráce od 22. 1. 1970 do 14. 5. 1971, 9. 8. 1971 (00,99).

(11). ABS, I. správa MV, Memorandum, 5. 5. 1964.

(12). ABS, I. správa MV, 43943/000, Memorandum, 26. 10. 1973.

(13). ABS, f. I. správa SNB, 11380/000, Úkoly 2. odboru I. správy MV, vyplívající z jednání s představiteli sovětské rozvědky, konaného v Praze, 15. 7. 1961.

(14). ABS, I. správa MV, 43943/000, Ríos - záznam ze schůzek dne 4. 11. a 13. 11., 22. 11. 1963.

  1. Ver Philip Agee: La CIA por dentro, diario de un espía (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1987) 265.

Aldo Marchesi, Michal Zourek (1)