En octubre de 2016 el ex militar Eduardo Ferro Bizzozero se escapó de la Justicia uruguaya al ser citado para declarar como indagado por el secuestro y la desaparición, en 1977, del militante comunista Óscar Tassino. La jueza Dolores Sánchez, del Juzgado Penal de 10º Turno, emitió una orden de captura nacional e internacional contra el ex militar, que se había dirigido a España.

La detención de Ferro en España se demoró casi un año. Se produjo en setiembre de 2017, y desde ese entonces permanece en prisión preventiva. Poco después, en octubre, el Consejo de Ministros del gobierno de Mariano Rajoy aceptó que la Justicia de su país admitiera la solicitud de extradición, presentada también por Sánchez.

La Justicia española aprobó la extradición de Ferro en una decisión que ayer fue ratificada por el Ejecutivo español, aunque todavía se desconoce cuándo se concretará el traslado.

Ferro está acusado de varios delitos de lesa humanidad, entre ellos los de homicidio, tortura y privación grave de libertad, por el secuestro y la desaparición de Tassino. Además, se considera que es uno de los responsables de la implementación de la operación Cóndor, y se lo ha vinculado con las desapariciones de María Claudia García de Gelman y de Fernando Miranda. También se sospecha que fue responsable de espionaje militar a partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales entre 1988 y 1991.