Desde ayer, varios equipos del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) trabajan para construir las instalaciones que permitan que una balsa, de forma provisoria, solucione el pasaje de personas y vehículos particulares por el puente sobre el arroyo Agua Sucia, en Sarandí del Yi, Durazno, que se derrumbó debido al impacto de un camión el jueves 10. Será la misma balsa que hasta ahora estaba en Carmelo, sustituyendo otro puente que colapsó a fines de 2018. El titular del MTOP, Víctor Rossi, informó ayer en una conferencia de prensa que esperan que la balsa esté en funcionamiento a partir del martes, ya que el proceso de sacarla de un río, trasladarla y volver a colocarla lleva varios días.

Rossi comentó otras posibilidades para recuperar ese paso, considerado una arteria de conexión. Una de esas opciones es colocar un puente Bailey, que es desplegable. El Ejército ya empezó las gestiones para colocarlo. Para instalarlo, primero se deben construir dos cabeceras, algo en lo que también está trabajando el MTOP, que comenzó hacer relevamientos topográficos. El ministro aseguró que para el mediano plazo se prevé instalar un nuevo puente en la modalidad de participación público-privado, utilizando los pilares que quedaron de la vieja estructura. De todas formas, adelantó que ese resultado demorará, debido a la complejidad del puente, por lo que se estiman unos 18 meses a partir del inicio de la construcción.

Las dos soluciones que llegarán más rápidamente –la balsa y el puente desplegable– solucionarán el paso de personas y vehículos pequeños, pero Rossi subrayó que no están pensadas para la circulación de transporte de carga, por lo que los vehículos de esas características deberán usar de forma alternativa la ruta 5, conectando por las rutas 12 o 14.

Rossi fue precavido y no estimó una fecha para reanudar la conexión de forma total: “Todavía es demasiado pronto para decir en cuántos días podemos restablecer la comunicación, que es el principal objetivo”. Sus asesores, por otra parte, sí conjeturaron sobre los tiempos necesarios para llevar adelante estas soluciones: estiman que la obra para colocar el puente Bailey comience el miércoles y prevén tenerlo en funcionamiento tres semanas más tarde.

En la conferencia, Rossi explicó que el accidente se produjo porque el camión no respetó el máximo de velocidad que está permitido: 15 kilómetros por hora. “Los hechos indican que es un cruce en condiciones especiales. Está señalizado y se comprobó que no faltaban las señales, no se respetaron”, indicó. El impacto sobre la cabecera del puente provocó el desprendimiento de parte de la estructura que cayó al agua. Afortunadamente, el camión no llegó a caer y no hubo que lamentar heridos. El jerarca resaltó que el puente “estaba en perfectas condiciones”, más allá de lucir despintado: “Soportaban 25 toneladas tanto ese puente como su gemelo”. Agregó que la única restricción era la altura. Destacó: “Todos los puentes del país se supervisan por lo menos una vez al año. Algunos, por ciertas circunstancias, se tienen que revisar más de una vez al año. En algunos casos las inundaciones provocan socavones, y eso la Dirección [Nacional] de Vialidad lo controla permanentemente”.