Reino Unido dio ayer un paso clave para su salida de la Unión Europea (UE), cuando la mayoría de los integrantes de la Cámara de los Comunes aprobó el acuerdo para el brexit presentado por el primer ministro Boris Johnson. El gobernante recibió así un nuevo apoyo, después de quedar muy fortalecido políticamente con la contundente victoria conservadora en las elecciones celebradas el jueves 12. Dirigiéndose a los parlamentarios, ayer, el primer ministro intentó dejar atrás los tres años de estancamiento en la Cámara de los Comunes y les pidió que descartaran “las viejas etiquetas de la permanencia” en la UE.

Según informó The Guardian, el texto presentado por Johnson fue aprobado por 358 votos y recibió 254 en contra. De esta manera, el proyecto de ley de retirada está en camino de completar su aprobación en ambas cámaras, a tiempo para permitir que el brexit suceda, tal como Johnson pretende, el 31 de enero.

La nueva versión de la ley presentada por los conservadores incorpora elementos como la prohibición legal de extender el período de transición –durante el que se discutirá el acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE– más allá del 31 de diciembre de 2020.

El belga Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, dijo en Twitter que la votación de los parlamentarios británicos es un “paso importante en el proceso de ratificación del artículo 50”. El político belga amplió: “Un campo de juego nivelado sigue siendo imprescindible para cualquier relación futura”, refiriéndose a la demanda de la UE de una competencia leal a cambio de un acuerdo de libre comercio con aranceles cero y cuotas cero.

Durante su intervención en el Parlamento, Johnson afirmó que seguir adelante con el brexit permitiría “construir una asociación profunda, especial y democráticamente responsable con aquellas naciones” que integran la UE, a las que calificó de “nuestros amigos más cercanos”.

Si las próximas etapas en Westminster siguen de acuerdo a lo previsto, se espera que el Parlamento Europeo ratifique el acuerdo de retirada el 29 de enero, allanando el camino para que Reino Unido abandone el bloque dos días después.