Ayer el gobierno avanzó un casillero más en el proceso de negociación para que se instale en el país la segunda planta de UPM. “Ahora estamos a la espera resolución final”, dijo ayer el presidente Tabaré Vázquez tras reunirse con el director ejecutivo de UPM, Jussi Pesonen, y con autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de América Latina.

Tras la reunión en Suárez y Reyes, el mandatario dijo a la prensa que se cerraron los “aspectos financieros” necesarios para la construcción del ferrocarril. También sostuvo que la concreción del proyecto ferroviario supondrá un beneficio para “toda la producción nacional”, así como para la generación de puestos de trabajo directos e indirectos. “En un momento tan particular en el contexto regional e internacional, entre tantos cambios en el mundo laboral, que seguir trabajando para lograr inversiones es realmente trascendente”, acotó.

También se refirió a la reunión que mantuvo con el director ejecutivo de UPM en la Torre Ejecutiva y relató que Pesonen le dijo que el trabajo llevado adelante por el gobierno para completar todas las etapas fue “ampliamente satisfactorio”. Vázquez apuntó que tan sólo restan algunos “detalles menores” para “liquidar” todo el proceso.

Con relación a los reclamos sobre el impacto medioambiental de la planta, Vázquez dijo que el BID es “muy exigente” con los proyectos en cuanto a las “normativas medioambientales” y aseguró que se tomaron “todos los recaudos”. “Queremos que sea un proyecto noble, útil para todo el país, y lo estamos llevando adelante aun sin saber si se va a instalar o no. Creo que cuando el proyecto esté en marcha la mayoría de los uruguayos, incluso los que se oponen, van a reconocer la bondad de este”.

Por su parte, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, puntualizó que esta inversión significa un gran avance, ya que se da en un contexto de disminución de la inversión en materia ferroviaria en la región. Asimismo, dijo que el banco aportará “algo más de 50% del financiamiento de la obra”, y explicó que la institución decidió otorgarle el crédito a Uruguay por su “transparencia y seriedad”.

“Estoy convencido de que Uruguay tiene toda la capacidad de convertirse en un país desarrollado. Los países que logran traspasar la llamada ‘trampa del ingreso medio’ son muy pocos, en los últimos 60 años sólo 13 lo han logrado, entonces creo que un proyecto de esta naturaleza, además va a garantizar la posibilidad de realizar una de las inversiones más importantes de la historia de Uruguay, le va a dar casi dos puntos más de crecimiento”, subrayó Moreno.

A toda marcha

Una semana antes, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas firmó un contrato con el consorcio Vía Central para iniciar la construcción del Ferrocarril Central. El titular de la cartera, Víctor Rossi, aseguró que estaban todas las “habilitaciones requeridas” para cerrar el contrato con el consorcio, y adelantó que las obras comenzarán dentro de un mes y medio. Se estima que la construcción durará tres años y la inversión será de 2.000 millones de dólares. Según Rossi, el tramo que unirá a Montevideo con Paso de los Toros estimulará el empleo y el desarrollo de las ciudades por las que pasará el ferrocarril.

Asimismo, la Dirección Nacional de Medio Ambiente otorgó a UPM las dos autorizaciones ambientales requeridas para instalar la segunda planta. Las autorizaciones fueron firmadas por la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio ambiente, Eneida de León, el 10 y el 14 de mayo. Las habilitaciones están sujetas a que la empresa confirme su inversión, y tendrán un plazo de vigencia de dos años.

Encadenado

Al mediodía, varias banderas con consignas contra la instalación de UPM estaban atadas a las vallas amarillas que cercaban la Torre Ejecutiva. Todavía estaban presentes algunos manifestantes que habían sido convocados por el abogado y candidato del Partido Verde Animalista, Gustavo Salle, y el candidato a vicepresidente, Enrique Viana, a manifestarse en la plaza durante la mañana.

Unas horas antes, Salle se había encadenado a una sillita playera porque consideró que era “efectivo” hacer el “sacrificio” y tomar esa medida de “carácter individual”, dijo a El País. El candidato presidencial también cuestionó al gobierno por las negociaciones con UPM: “Actuaron por detrás del pueblo, actuaron clandestinamente, institucionalmente, ilegalmente”, afirmó.

Luego, un grupo de manifestantes se dirigió a la sede del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y escribió en los vidrios: “Terrorista es el BID y el CAF”, además de lanzar una bomba de combustible a la puerta del edificio, según consignó Montevideo Portal.