El viernes se reunió la Comisión de Aplicación de las Normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, entre otras cosas, analizó la situación de Uruguay. La inclusión del país en la lista de países a tratar se produjo a raíz de una denuncia presentada por la Cámara de Industrias del Uruguay, debido a las ocupaciones sindicales en los lugares de trabajo, que contó con el visto bueno de la Organización Internacional de Empleadores. La posición del gobierno uruguayo, contraria a la denuncia, fue respaldada ayer por España, países de América Latina (con excepción de Brasil) y el Caribe, entre otros.

En Ginebra, donde se celebra la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, defendió la Ley de Negociación Colectiva, que es la que habilita y regula las ocupaciones. Además de dar contexto sobre la legislación laboral en el país, señaló que esta norma tiene 66 años y que “nunca había sido cuestionada por el sector empleador” hasta que lo fue durante el primer gobierno del Frente Amplio, en 2009. Defendió la negociación colectiva como una contribución “a la paz social por dar solución en una sola negociación a la totalidad de la cuestión salarial y de condiciones de trabajo en el respectivo nivel de negociación”. De esta forma, aseguró, las negociaciones entre las tres partes –empleadores, trabajadores y Estado– ,“como en la propia OIT, es parte esencial del diálogo social y de la elaboración y gestión de políticas públicas”.

Aún así, Murro puntualizó que el gobierno está abierto a evaluar la legislación: “Estuvimos, estamos y estaremos dispuestos al diálogo y la negociación, para las modificaciones convenientes, oportunas y razonables al sistema de negociación colectiva y la prevención de conflictos”, indicó.

Ya fuera del encuentro, en declaraciones a la Secretaría de Comunicación de Presidencia, Murro dijo que salió “muy satisfecho” de la reunión por el respaldo que recibió Uruguay. “No es habitual que tantos gobiernos y tantas delegaciones hablen a favor de un país”, señaló. Durante el encuentro, “todos los países de América Latina, salvo Brasil, apoyaron la posición de Uruguay y valoraron su sistema de protección social y laboral. Además, destacó el apoyo “de Rusia, China y España”, que pidieron la palabra para defender a Uruguay, tal como lo hicieron también Argentina, Bolivia, México, Paraguay, Panamá, Venezuela, Costa Rica y República Dominicana.