Brandon Gallo, de diez años, falleció el jueves en el Hospital Pereyra Rossell, donde había ingresado tras sufrir quemaduras graves en un accidente doméstico ocurrido en la localidad de La Capuera, en Maldonado.
El accidente ocurrió el sábado en circunstancias que aún se están investigando. La versión principal es que el niño se estaba bañando y explotó el calefón a gas, lo que le provocó quemaduras de tercer grado en la espalda, el tórax, los brazos y la cabeza. Algunos vecinos escucharon al niño pedir auxilio, pero demoraron en ingresar a la casa por la presencia de un perro que los enfrentaba. El 911 respondió a la llamada de la madre y trasladó al niño en un patrullero al Centro Auxiliar de Pan de Azúcar, a unos 14 kilómetros de La Capuera.
Como ese centro asistencial no tiene los medios para atender a pacientes con ese tipo de quemaduras, el niño fue trasladado en ambulancia al Hospital de Maldonado y luego fue derivado al Centro de Tratamiento Intensivo del Pereyra Rossell.
Este viernes decenas de vecinos de La Capuera se acercaron a la Ruta Interbalnearia para despedir al niño, que no fue velado por la situación de emergencia sanitaria. Acompañaron a la familia y reclamaron una solución para dar cobertura de emergencia a la zona en la que viven unas 9.000 personas.
En conversación con la diaria Alfonso di Paula, presidente de la Asociación de Vecinos de Sauce de Portezuelo, dijo que este caso es muy movilizador para los vecinos de la zona, pero no es el único. Desde hace años que los vecinos están reclamando acceso a una ambulancia, considerando que toda la zona de Laguna del Sauce, que abarca las localidades de La Capuera, El Pejerrey, Ocean Park, Sauce del Portezuelo y Bahía del Pinar, no tiene acceso a una emergencia, salvo cuando la policlínica está abierta.
“Esto fue el sábado al mediodía, si hubiera estado la policlínica abierta quizás tenía una atención primaria ahí, pero los sábados está cerrada. Los policías cargaron al niño en el patrullero y lo llevaron al Hospital de Pan de Azúcar [...] la Policía le erró, se ha advertido varias veces que no lleven a Pan de Azúcar, que vayan directo a Maldonado. Pero quedarnos con eso es cortar por el lado más fino, porque lo que acá está fallando es el sistema de salud”, señaló.
Las emergencias móviles que tienen base en la ciudad de Maldonado, a unos 20 kilómetros de La Capuera, no afilian a los pobladores de la zona porque no pueden cumplir con el Decreto 309/008, que en su artículo 23 establece que una ambulancia sólo puede ofrecer cobertura en un radio al que llegue en menos de 15 minutos a la velocidad máxima permitida, que en la zona es de 90 kilómetros por hora. Tampoco rige el convenio entre el 911 y las emergencias, que en las áreas urbanas deben responder al 911 en caso de que el paciente se encuentre en la vía pública y luego el Estado paga el servicio. Si bien en algunos casos se intenta ese mecanismo, muchas veces las ambulancias no llegan y no tienen la obligación de hacerlo. Tampoco existe un servicio de emergencias de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), como el 105 en Montevideo, por lo que la forma de acceder a una ambulancia es a través de la coordinación con la policlínica de La Capuera, que está abierta de lunes a viernes de 8.00 a 18.00, y que en casos de urgencia coordina el traslado con la ambulancia del Hospital de Maldonado.
Uno de los médicos de la zona explicó a la diaria que hasta el año pasado había una ambulancia de ASSE en la policlínica de La Capuera, pero no contaba con los recursos materiales ni humanos para prestar adecuadamente el servicio.
“La ambulancia es un arma de doble filo. Al verla estacionada los vecinos piensan que les da alguna garantía, pero si vos no tenés al chofer y al médico arriba no sirve para nada. Lo que quiero es que cuando necesitemos una ambulancia, llamenos y venga sin importar de dónde viene ni quién la paga, que la respuesta esté garantizada”, afirmó.
El médico dijo que los recursos de la policlínica son propios de un nivel primario de atención, ya que cuenta con cuatro médicos de familia, una pediatra y una partera, además de una enfermería y personal de administración. Si bien la policlínica puede responder ante una urgencia, no tiene los recursos suficientes para el tamaño de la población.
“Muchas veces hemos planteado la necesidad de un convenio de complementación entre el sector público y el privado, para que la próxima vez que pase esto tengamos una respuesta acorde a la demanda asistencial. Muchos se atienden en el sector privado, pero cuando hay una urgencia el único que da respuesta es el público”, agregó el médico.
El caso está siendo investigado por el fiscal de 3º turno de Maldonado, Schubert Velázquez, quien tomará declaraciones a testigos y espera el resultado de las pericias de Bomberos para conocer la causa del inicio del fuego.