Falleció este domingo el dirigente histórico del Partido Nacional Carlos Julio Pereyra, a los 97 años, luego de haber sufrido una caída en enero y complicaciones posteriores. Había nacido en Rocha, fue electo edil de ese departamento en 1951 e integró el Consejo Departamental (el órgano colegiado que cumplía funciones ejecutivas en el gobierno departamental de aquella época) de 1959 a 1963. En las elecciones siguientes ingresó a la Cámara de Representantes por ese departamento.

Comenzó militando en el Partido Nacional Independiente (escindido del nacionalismo de 1931 a 1954), y cuando se reunificó el Partido Nacional contribuyó a fundar el Movimiento Nacional de Rocha (MNR), encabezado al comienzo por Javier Barrios Amorín. Tras la muerte de este, Pereyra quedó como líder del sector, por el que fue electo senador en 1966.

En las elecciones de 1971, el Movimiento Nacional de Rocha se alió con Por la Patria (PLP), y la fórmula integrada por Wilson Ferreira Aldunate y Pereyra, con el programa Nuestro compromiso con usted, fue la más votada del país (aunque, como era posible que los partidos presentaran varios candidatos a la presidencia, ganaron los colorados, y entre ellos Juan María Bordaberry). Pereyra fue reelecto para el Senado, pero su mandato no pudo concluir por el golpe de Estado de 1973. Con Ferreira Aldunate exiliado, el líder del MNR fue parte del triunvirato clandestino que condujo al nacionalismo durante la dictadura, junto con Mario Heber Usher y Dardo Ortiz. A Pereyra, Heber y Luis Alberto Lacalle les enviaron, en 1978, botellas de vino envenenadas, y el atentado, que nunca se aclaró, le costó la vida a Cecilia Fontana de Heber, esposa de Heber Usher y madre del actual senador Luis Alberto Heber.

En las internas de 1982, la alianza de PLP y el MNR fue amplia mayoría en el Partido Nacional, al igual que en las elecciones nacionales de 1984, pese a que Ferreira Aldunate estaba proscripto. Pereyra volvió a ser elegido senador, pero se distanció de Ferreira para oponerse a la ley de caducidad, y participó activamente en la campaña por su derogación. Esta conducta determinó una importante fractura en el MNR, del que se alejaron varios dirigentes. En las elecciones de 1989 Pereyra se postuló a la presidencia de la República y el MNR logró su mejor votación, pero fue superado por Lacalle, cuyo gobierno integró con discrepancias. En 1994 volvió a ser sin éxito candidato presidencial (en la última elección con varios por partido). Mantuvo su banca de senador en ambas oportunidades y también en 1999. Tras culminar su actuación como legislador, presidió el Directorio del Partido Nacional de 2008 a 2009.

El presidente electo, Luis Lacalle Pou, escribió en Twitter que Pereyra fue “parte y protagonista de la mejor historia política de nuestro país”, y dijo que lo consideró un “amigo” y un “actor fundamental de la unidad que logró el Partido Nacional en estos años”.

Por la misma vía, el ex presidente Julio María Sanguinetti dijo que Pereyra fue un “gran demócrata y un ejemplo republicano”, con quien compartió “largas luchas que aún siguen vigentes”.

También en filas frenteamplistas hubo reconocimientos para Pereyra. Daniel Martínez tuiteó que se trató de un “luchador por la democracia” y un “referente político” del país, mientras que Carolina Cosse envió saludos a su familia, amigos y a su “comunidad política, el Partido Nacional”.

Este lunes, desde las 10.00 y hasta las 12.00, se realizará una ceremonia fúnebre en el Palacio Legislativo, y a las 15.30 comenzará el entierro en la ciudad de Rocha.