“Entiendo que afecta a la laicidad, un valor muy preciado en nuestro país que garantiza la convivencia pacífica de las diversas corrientes de pensamiento y religiosas en la sociedad”. Ese es el principal argumento por el que Raúl Sosa, pastor de la iglesia metodista central, sostiene que su congregación no debe participar en la oración interreligiosa convocada por el arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla, para hoy, con motivo de la asunción del presidente Luis Lacalle Pou.
Sosa, de hecho, escribió una carta en la que da sus argumentos. “Lamentablemente, en los últimos años, se ha podido ver cómo sectores que actualmente integran la coalición de gobierno, junto con algunos líderes de la Iglesia Católica y de iglesias evangélicas, han llevado a cabo acciones políticas y ceremonias religiosas que ignoran la sana separación de la Iglesia y el Estado, esencial en la laicidad”, dice el texto.
En una entrevista con Radio Oriental, Sturla señaló que la idea es “rezar por la patria, que es el gran aporte que las iglesias podemos hacer, más allá de lo que cada una de ellas y la comunidad judía hace en tantos ámbitos diversos de la sociedad”. Además de la iglesia católica, participarán la comunidad judía, la iglesia luterana alemana, la iglesia anglicana y algunas iglesias evangélicas que serán representadas por el pastor de la iglesia armenia evangélica. La celebración está convocada para las 19.00 en la catedral metropolitana católica de Montevideo.
En su carta, Sosa cita varios ejemplos que, a su entender, afectaron la laicidad: “Las misas en el día del Ejército celebradas en la Catedral con la presencia y participación activa de la plana mayor de las Fuerzas Armadas, quienes asistieron con sus uniformes y escudos que representan al Estado nacional; la reinauguración de una capilla católica en un hospital público que pertenece y es financiado por el Estado; actos proselitistas durante la campaña electoral, previo a las elecciones internas, en templos y en el marco de celebraciones religiosas en algunas iglesias evangélicas; y financiación y utilización de la infraestructura eclesial en la campaña política como claramente vimos en la Iglesia Misión Vida”.
El pastor asegura que la iglesia metodista ha llevado adelante acciones, mediante convenios, para la “contención de los sectores más vulnerables”, pero estas acciones se realizaron durante gobiernos de diferentes signos políticos.
Según Sosa, la “coalición de Gobierno ha apelado a un discurso, basado, según ellos, en los valores más profundos de la moral cristiana, para sostener posturas que vulneran los derechos humanos y para oponerse a lo que se ha denominado nueva agenda de derechos”. En cambio, asegura que la iglesia metodista es defensora “de los derechos humanos de todas y de todos”. Agregó que cualquier corriente de pensamiento o postura que busque “avalar y sacralizar” conductas que “violenten los derechos de todas y de todos” debe ser reprobada o evitada.
Otro de los argumentos de Sosa para no participar en la ceremonia de hoy es que, a lo largo de la historia, la iglesia se ha “separado de Dios” y distorsionado “el evangelio cuando de una u otra manera se ha aliado al poder”. Argumenta también que “la reciente celebración de una misa en la parroquia de la Aguada por la asunción del nuevo Parlamento, a la que únicamente asistieron algunos representantes de la coalición, sumada al hecho de que no existen antecedentes de celebraciones religiosas de este tipo en otros períodos de gobierno, puede dar a entender que se jerarquiza una corriente político-ideológica por sobre otras”.
Desde adentro
Pero también dentro de la iglesia católica hubo críticas a la iniciativa de Sturla. Horacio Ottonelli, ex presidente de la organización de laicos Comunidad de Vida Cristiana en Uruguay e integrante del colectivo Cristianos en Red, escribió en su cuenta de Facebook: “Lamento también esta segunda celebración tan sesgada políticamente. Creo que el Cardenal Sturla se equivoca en el afán de darle a nuestra Iglesia Católica una visibilidad, pero muy parcial”. Luego sugirió que “hubiera bastado con una oración de agradecimiento en cada parroquia a los gobernantes salientes y una encomendando a los que asumen”. Ottonelli también integra la mesa coordinadora del grupo Izquierda Cristiana, del Frente Amplio.
Sturla participó ayer en la asunción presidencial de Lacalle Pou, como lo había hecho en la de Tabaré Vázquez. Días después de la asunción de la nueva legislatura, el cardenal celebró una misa de acción de gracias por el acontecimiento en la basílica Nuestra Señora del Carmen, parroquia de la Aguada, por iniciativa del cura párroco de esa iglesia. En esa celebración –que contó con la presencia de Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón y los senadores de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, Guillermo Domenech y la actual ministra de Vivienda, Irene Moreira, entre otros–, Sturla defendió esta actividad religiosa y aseguró que no afecta la laicidad.